existen elementos de riqueza material que aún
no son patrimonio de todas las familias espa-
ñolas. Por último, es hija única.
La Figura 3.8 presenta las desagregacio-
nes del índice ISEC con los principales facto-
res de referencia y con el rendimiento en
lectura. Al ser el índice ISEC una variable
continua, se han tomado los cuartiles (los
cuatro grupos del mismo tamaño cuyos lími-
tes son los percentiles 25, 50 y 75) como sub-
grupos representativos de la distribución
total del índice.
Como es de esperar, no se observan dife-
rencias significativas en la distribución de
ISEC por el género del alumnado, pese a que
los valores obtenidos no sean exactamente
iguales. Sí las hay, y muy marcadas, según los
distintos niveles de rendimiento en lectura,
mostrando, una vez más, la fuerte asociación
que existe entre las dos variables. Más de la
mitad de los alumnos que no llegan al nivel
mínimo de habilidad lectora se encuentran en
el cuartil más bajo y, al contrario, casi las dos
terceras partes de los alumnos del nivel máxi-
mo de rendimiento en lectura pertenecen al
cuartil más alto de ISEC. La distribución más
homogénea se encuentra en el nivel 3 de ren-
dimiento, donde los alumnos se distribuyen
aproximadamente por igual entre los cuatro
cuartiles del índice socio-económico y cultural.
Por último, la distribución del índice ISEC
entre los distintos tipos de centro es bastante
asimétrica. Con relación a los centros públi-
cos los centros privados concertados acogen
más alumnado de los cuartiles ISEC semialto y
alto y menos de los cuartiles semibajo y bajo.
Pero la asimetría es máxima en los centros
privados no-concertados donde 4 de cada 5
alumnos pertenecen al cuartil ISEC alto y
apenas existen alumnos de los cuartiles bajo y
semibajo. Todo ello confirma la conocida
especialización de este tipo de centros en
atender a las capas sociales de mayores recur-
sos económicos.
Destacan las correlaciones elevadas del
nivel de estudios de los padres (algo más el de
la madre) medidos en años de escolarización,
mientras que la asociación mostrada por el
nivel profesional es inferior (aquí algo mayor
el del padre). La cantidad de libros en casa
(hasta 500), la participación en actividades
culturales diversas (se han tenido en cuenta,
en concreto, asistir al teatro o a conciertos y
visitar museos) y la posesión de bienes cultu-
rales (libros de literatura clásica, libros de
poesía y obras de arte) muestran el tono cultu-
ral de la familia y correlacionan apreciable-
mente con el rendimiento en lectura. El índi-
ce de elementos educativos en casa (engloba la
disponibilidad para el alumno de un dicciona-
rio, un sitio tranquilo para estudiar, una mesa
de estudio, libros de texto y calculadoras) y el
índice de riqueza familiar (lavavajillas, habi-
tación propia, software educativo, conexión a
Internet, teléfonos móviles, televisores, orde-
nadores, automóviles y baños) aún teniendo
una correlación positiva con la lectura, pesan
menos que los anteriores como predictores de
rendimiento. Por último, la variable número
de hermanos (0, 1, 2, 3 y 4 o más) presenta una
correlación negativa, lo cual es un resultado
esperable pues esta variable suele ser siempre
inversamente proporcional al nivel económi-
co de la familia. El índice ISEC 35 engloba todos
los índices y variables anteriores y obtiene una
correlación más elevada con la lectura que
cualquiera de ellos.
Por tanto, el perfil del óptimo alumno lec-
tor desde el punto de vista del índice socio-eco-
nómico y cultural es la de una alumna (si tene-
mos en cuenta la variable género del alumnado,
que no forma parte del índice ISEC) en cuyo
entorno familiar la madre posee un elevado
nivel de estudios y el padre un elevado nivel
profesional, con abundantes libros en casa, en
especial de literatura clásica, y que frecuenta
teatros, conciertos y museos. Dispone de una
habitación propia para estudiar y en su casa
35
Este índice se representa estadísticamente como una variable continua con media 100 y desviación típica 20.
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