comprensivos, obtienen resultados mixtos:
Dinamarca, Islandia y Noruega algo por
debajo de lo esperable, Suecia algo por enci-
ma y Finlandia muy por encima.
La posición de España en este gráfico no
es especialmente satisfactoria: está justo
donde se esperaba, lo que indica que sus
resultados no son suponen un especial fraca-
so, pero tampoco un resultado destacado:
prácticamente los mismos resultados los
obtiene Chequia, cuyo nivel de renta es clara-
mente inferior, mientras que un país como
Nueva Zelanda, con la misma renta per capita
que España obtiene un rendimiento educati-
vo muy superior. Cierto es que los resultados
españoles son mejores que los de Italia o
Alemania, que poseen un nivel de renta más
elevado, y también son superiores a otros paí-
ses mediterráneos (Grecia y Portugal) que
quedan por debajo de lo que sería esperable
en ellos por su nivel económico.
No se incluyen otros gráficos similares
comparando el rendimiento en matemáticas y
ciencias con el nivel económico de los distin-
tos países por ser sus gráficas prácticamente
coincidentes. Y también resultan muy simila-
res si los resultados educativos se ponen en
relación con otros indicadores socio-econó-
micos, como el nivel de inversión educativa
por alumno hasta los quince años, el índice de
desarrollo humano, la tasa de crecimiento
económico o el índice de escolarización.
país mediterráneo. Los países del Este euro-
peo muestran todos ellos unos resultados
educativos ligeramente superiores a lo que
es esperable según su renta per capita, quizá
porque aún se mantenga en ellos la inercia
de un cultivo cultural muy intenso en la
época soviética. Los dos países latino-ame-
ricanos quedan también cercanos y en una
posición claramente deficitaria en cuanto a
sus rendimientos educativos. Los países del
Pacífico –Corea, Japón, Australia y Nueva
Zelanda–, aunque con sensibles diferencias
en cuanto a su nivel económico, quedan
todos ellos en una posición de resultados
educativos siempre superiores a lo que sería
esperable. En cuanto a los países de
Norteamérica, la situación es bien distinta
para Canadá, con unos resultados excelen-
tes, que para Estados Unidos, con unos
resultados decepcionantes dado su nivel
económico. Entre los países europeos, los
anglosajones Irlanda y Reino Unido mues-
tran unos resultados educativos superiores a
lo esperado, mientras que los centroeurope-
os, todos ellos con un nivel de renta elevado
pero con unos sistemas educativos fragmen-
tados en múltiples itinerarios y redes esco-
lares, obtienen unos resultados que quedan
justo en la recta de regresión (Bélgica,
Austria) o claramente por debajo de ella
(Suiza, Alemania). Por último, los países
escandinavos, con sistemas educativos más
[ 50 ]