Son los niños los que nos enseñan a imaginar respuestas que nunca antes
hubiéramos sospechado.
Estas situaciones nos llevan a pensar que hay que aprender a enseñar desde el
cerebro que aprende y no tan solo desde desde el nuestro porque hay que adaptar
nuestra mirada a esa mirada infantil. Son ellos los que nos enseñan a
escuchar...escuchar porque dicen lo que dicen, porque hacen lo que hacen.
También nos lleva a repensar que no existe método de enseñanza superior a la
capacidad de aprendizaje de la mente humana por eso cuando creemos que el
método de enseñanza falla o algo no sale como lo imaginamos no podemos decir
que el que tiene dificultades es el alumnos sino que no podemos olvidarnos de
aplicar mirada de la pedagogía crítica.
Es importante callar y propiciar la confianza para que ellos expresen sus propias
ideas y conocimientos por experiencias vividas,son nuestros silencios los que
conquistan su voz.
GUIÓN DE TRABAJO