Trabajo de Investigación Escrito - Los Horrores de las Bombas Atómica Los horrores de las Bombas Atómicas y la amenaza | Page 9
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5. Los obreros fueron agrupados en sindicatos libres, reconociéndose sus derechos ante
los patronos y ante el Estado.
6. Se prohibió que se hablara de sistemas totalitarios nacionalistas en la educación
elemental. (Lozano, 2016, p. 87).
EL PROYECTO MANHATTAN: SU RELACIÓN POLÍTICA Y ARMAMENTISTA
Fue el nombre en clave de un proyecto científico llevado a cabo durante la Segunda
Guerra Mundial por los Estados Unidos con ayuda parcial del Reino Unido y Canadá. El objetivo
final del proyecto era el desarrollo de la primera bomba atómica antes de que la Alemania nazi la
consiguiera. La investigación científica fue dirigida por el físico Julius Robert Oppenheimer
mientras que la seguridad y las operaciones militares corrían a cargo del general Leslie Richard
Groves. El proyecto agrupó a una gran cantidad de eminencias científicas (física, química,
ciencias informáticas). Dado que, tras los experimentos en Alemania previos a la guerra, se sabía
que la fisión del átomo era posible y que los nazis estaban ya trabajando en su propio programa
nuclear se reunieron varias mentes brillantes que eran también pacifistas e izquierdistas en su
mayoría.
Desde 1933, año de la subida al poder de A. Hitler, hasta el comienzo de la II Guerra
Mundial en 1939, como consecuencia de la presión agobiante del régimen nazi, muchos
científicos, en su mayoría de origen judío y de gran renombre, se vieron obligados a abandonar
Alemania y una buena parte de ellos fueron acogidos en instituciones académicas de los EEUU.
Tal es el caso de Albert Einstein, Leo Szilard, Edward Teller, Hans Bethe, John von Neumann y
algunos más. Otro físico eminente, Enrico Fermi, tras recibir el Nobel de física en 1938, marchó
a los EEUU huyendo de su Italia natal, bajo el poder del dictador B. Mussolini y aliado de Hitler.
En esos años, las investigaciones en torno a la estructura del átomo y sus posibles implicaciones
teóricas y tecnológicas estuvieron de plena actualidad. A finales de 1938, en el Kaiser Wilhem
Institut, un equipo de investigadores alemanes, integrado por Otto Hahn, Fritz Strassmann, Lisa
Meitner y Otto Frisch, llevó a cabo los primeros experimentos de fisión de átomos de uranio. Se
preveía que podrían obtenerse grandes cantidades de energía, tanto para aplicaciones civiles
como militares.