Trabajo de Investigación Escrito - Los Horrores de las Bombas Atómica Los horrores de las Bombas Atómicas y la amenaza | Page 17

17 Hiroshima, el 6 de agosto, tres aviones bombarderos B-29, específicamente uno llamado Enola Gay, tripulada por el capitán William “Deak” Parson, será transportada la bomba denominada Little Boy, la cual contenía 64 kilos de uranio enriquecido, a las 8:15am, se arrojó la bomba atómica, un gigante hongo de humo se eleva de la tormenta de fuego de 5500 grados, Hiroshima es evaporada y calcinada en segundos. Uno de los efectos más perturbadores es que las sombras de las personas que fueron vaporizadas se conservaron en el concreto o piedra en donde se encontraban paradas. Las personas fueron incineradas y evaporadas, muchos murieron por dosis masivas de rayos gamma, en menos de un segundo mueren 70 000 personas, los vientos huracanados provocaron los edificios en instantes. Tan solo tres día después, en Nagasaki, el 9 de agosto, a las 11:01am, mientras se encontraban reunidos los líderes japoneses (Consejo Supremo de Guerra y el Primer Ministro Suzuki) para decidir el camino a tomar en la guerra, la ciudad es atacada con lo que sería la segunda bomba nuclear denominada Fat Man, quien fue a diferencia de su antecesora una bomba de plutonio, siendo aún más poderosa que la lanzada en Hiroshima, las personas sufren por los niveles de radiación gamma tan elevados, diecisiete veces la dosis letal, más de 80 000 personas mueren, sin embargo, Nagasaki no era el objetivo destinado, era la ciudad de Kyoto. Finalmente, Hobsbawm, mencionaría que: La justificación del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945 no fue que era indispensable para conseguir la victoria, para entonces absolutamente segura, sino que era un medio de salvar vidas de soldados estadounidenses. Pero es posible que uno de los argumentos que indujo a los gobernantes de los Estados Unidos a adoptar la decisión fuese el deseo de impedir que su aliado, la Unión Soviética, reclamara un botín importante tras la derrota de Japón. (Hobsbawm, 1999, p. 34). Razón por la cual los Estados Unidos se declararían los vencedores totales y absolutos de la guerra mundial, delegando un papel secundario a la Unión Soviética.