Trabajo de Investigación Escrito - Los Horrores de las Bombas Atómica Los horrores de las Bombas Atómicas y la amenaza | Page 15
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Alemania, finalmente se rinde el 7 de mayo de 1945; rápidamente Stalin reclama los
territorios de Europa del Este, y posteriormente él ofrece la fuerza del poder soviético contra los
japoneses, para Byrnes y la administración Truman, es una oferta incómoda y amenazante.
Posteriormente, Truman viaja hasta Alemania para reunirse con Churchill y Stalin, ya que
se encontraba en juego el nuevo orden mundial.
El gobierno, Chino, Británico y estadounidense envían una advertencia de lo que le
espera al Imperio japonés, y, obviando al emperador, brindan a los japoneses la opción de
rendirse, el Primer Ministro japonés declara que se ignorará dicha advertencia, sellando el
destino del imperio japonés y con esto la vida de cientos de miles de japoneses.
Tan solo 16 horas después del primer lanzamiento Truman informa al mundo sobre la
bomba nuclear, en Japón, indicando que si no aceptaban la rendición continuarían atacando, sin
embargo, los japoneses continuaron con la guerra creyendo que era una bomba como las que ya
conocían.
Stalin, sin embargo, al ver esta nueva arma en manos de los Estados Unidos, presenta la
declaración de guerra contra Japón. El 9 de agosto de 1945, los soviéticos invaden la Manchuria,
lugar que se encontraba en manos de los japoneses, un millón y medio de soldados soviéticos
divididos en tres frentes toman por sorpresa a los japoneses.
El Consejo Supremo de Guerra debate durante 13 horas, tres favorecen la paz, tres se
rehúsan, el Primer Ministro Suzuki, invita al emperador Hirohito debido a que se encuentran en
punto muerto, Hirohito, toma una decisión, y se dirige al pueblo para indicar su rendición.
Ensayos
Debido a la aparente incursión de Alemania en la creación de las bombas atómicas, en
1938, “A mediados de año, Szilard, Fermi, Teller, Weisskopf y Wiegner, convencidos de que
Alemania incursionaba en un plan nuclear, persuaden a Einstein para alertar al Presidente
Roosevelt, mediante una carta que firma el 22 de agosto” (Aimone, 1997). Razón por la cual,
posteriormente se crea el Comité de Uranio, dirigido por Lyman Briggs, Director de la Oficina
Nacional de Estándares.