"NO CREO QUE SER ACTRIZ ME DA EL DERECHO DE SER ENGREÍDA.."
Con sólo el 22 años, estrella de Los Juegos del Hambre, Jennifer Lawrence está siendo considerada como la gran favorita para el Oscar como mejor actriz por su interpretación de la sexy y problemática viuda en Silver Linings Playbook.
¿Estás acostumbrándote a ser una famosa estrella de cine?
(Risas) No, todavía puede caminar en un gran número de ciudades sin ser reconocida y todavía puedo sentarme solo en los cafés y solo ser normal.
¿Así que no hay peligro de que te conviertas en una diva?
Nunca. Tal vez si yo fuera un médico y salvara las vidas de la gente, podría ser un poco arrogante o distante. No creo ser al ser actriz me da derecho a sentirse engreída o pretender ser otra cosa más que una persona normal que tiene un lado creativo y cuyo trabajo tiende a atraer mucho la atención.
¿Estás disfrutando de las ventajas de la fama?
Me gusta la seguridad financiera porque sé lo difícil que es para muchas personas que luchan por ganarse la vida. Estoy agradecida que no tengo que preocuparme por el dinero y puedo vivir con mucha libertad y hacer algo que me gusta y me pagan muy bien para hacerlo. Les digo a mis amigos que me den una bofetada si alguna vez creen que no estoy totalmente agradecida.
Tuviste que hacer una escena de baile muy sexy con Bradley Cooper , ¿qué tipo de bailarín es él?
Él es muy bueno. Se mueve muy bien. Me sentí mal por él, porque él es un buen bailarín y yo soy muy mala. Ensayamos dos horas al día y que no tenía que hacer mucho, pero yo necesitaba sesiones extras para que pareciera menos un robot defectuoso al moverme.
¿Acaso Bradley te dio algún consejo?
Él me dijo que no podía comprar en Whole Foods y la probé y estaba totalmente en lo correcto. Los paparazzi estan en todos los Whole Foods. Está bien, tengo amigos que van a la tienda por mí (risas).
¿Es cierto que el director David O. Russell te pidió a subir de peso para la película?
Sí, y yo le dije que no tenía ningún problema con eso y que lo haría de inmediato. Pero también estaba bailando dos horas al día y él me decía... (continúa...)
UNA ENTREVISTA QUE ARDE