TOM SOWYER Tom Sawyer - Mark Twain | Page 215

Tom Sawyer www.librosmaravillosos.com Mark Twain Capítulo 34 Ríos de oro Huck dijo: -Nos podemos descolgar si encontramos una soga. La ventana no está muy alta. -¡Un cuerno! ¿Para qué quieres tú descolgarte? -No estoy hecho a esa clase de gente. No puedo aguantar esto. Yo no voy abajo, Tom. -¡Cállate! Eso no es nada. A mí no me importa un pito. Yo estaré contigo. Sid apareció en aquel momento. -Tom -dijo-, la tía te ha estado aguardando toda la tarde. Mary te había ya sacado el traje de los domingos, y todo el mundo estaba rabiando contra ti. Dime, ¿no es sebo y barro esto que tienes en la ropa? -Anda con ojo, señor Sid, y no te metas en lo que no te importa. Y oye, ¿por qué han armado aquí todo esto? -Es una de esas fiestas que siempre está dando la viuda. Esta vez es para mister Jones y sus hijos, a causa de haberla salvado de lo de aquella noche. Y todavía puedo decirte otra cosa, si quieres saberla. -¿Cuál? -Pues que mister Jones se figura que va a dar un gran golpe contando aquí a la gente una cosa que nadie sabe; pero yo se la oí mientras se la decía a tía Polly el otro día, en secreto, y me parece que ya no tiene mucho de secreto para estas horas. Todo el mundo lo sabe y la viuda también, por mucho que ella quiera hacer como que no se ha enterado. mister Jones tenía empeño en que Huck estuviera aquí. No podía lucir su gran secreto sin Huck, ¿sabes? -¿Qué secreto, Sid? -El de Huck siguiendo a los ladrones hasta aquí. Me figura que mister Jones iba a darse mucho tono con su sorpresa, pero le va a fallar.- Y Sid parecía muy contento y satisfecho. -Sid, ¿has sido tú el que lo ha dicho? -No importa quién fuese. Alguien lo ha dicho, y con eso basta. 215 Preparado por Patricio Barros