TOM SOWYER Tom Sawyer - Mark Twain | Page 201

Tom Sawyer www.librosmaravillosos.com Mark Twain Capítulo 32 ¡Salgan! ¡Los encontraron! Transcurrió la tarde del martes y llegó el crepúsculo. El pueblecito de San Petersburgo guardaba aún un fúnebre recogimiento. Los niños perdidos no habían aparecido. Se habían hecho rogativas públicas por ellos y muchas en privado, poniendo, los que las hacían, su corazón en las plegarias; pero ninguna buena noticia llegaba de la cueva. La mayor parte de los exploradores habían abandonado ya la tarea y habían vuelto a sus ocupaciones, diciendo que era evidente que nunca se encontraría a los desaparecidos. La madre de Becky estaba gravemente enferma y deliraba con frecuencia. Decían que desgarraba el corazón oírla llamar a su hija y quedarse escuchando largo rato, y después volver a hundir la cabeza entre las sábanas, con un sollozo. Tía Polly había caído en una fija y taciturna melancolía y sus cabellos grises se habían tornado blancos casi por completo. Todo el pueblo se retiró a descansar aquella noche triste y descorazonadora. Muy tarde, a más de media noche, un frenético repiqueteo de las campanas de la iglesia puso en conmoción a todo el vecindario, y en un momento las calles se llenaron de gente alborozada y a medio vestir, que gritaba: «¡Arriba, arriba! ¡Ya han aparecido! ¡Los han encontrado!» Sartenes y cuernos añadieron su estrépito al tumulto; el vecindario fue formando grupos, que marcharon hacia el río, que se encontraron a los niños que venían en un coche descubierto arrastrado por una 201 Preparado por Patricio Barros