TOM SOWYER Tom Sawyer - Mark Twain | Page 173

Tom Sawyer www.librosmaravillosos.com Mark Twain apenas y el corazón le latía como si fuera a rompérsele. De pronto hubo un destello de luz y Tom pasó ante él como una exhalación. -¡Corre! -le dijo-. ¡Sálvate! ¡Corre! No hubiera necesitado que se lo repitiera: la primera advertencia fue suficiente: Huck estaba haciendo treinta o cuarenta millas por hora para cuando se oyó la segunda. Ninguno de los dos se detuvo hasta que llegaron bajo el cobertizo de un matadero abandonado, en las afueras del pueblo. Al tiempo que llegaban estalló la tormenta y empezó a llover a cántaros. Tan pronto como Tom recobró el resuello, dijo: -Huck, ¡ha sido espantoso! Probé dos llaves con toda la suavidad que pude; pero hacían tal ruido, que casi no podía tenerme en pie de puro miedo. Además, no daban vuelta en la cerradura. Bueno, pues sin saber lo que hacía, cogí el tirador de la puerta y... ¡se abrió! No estaba cerrada. Entré de puntillas y tiré la toalla, y.. ¡Dios de mi vida!... -¡Qué!..., ¿qué es lo que viste, Tom! -Huck, ¡de poco le piso una mano a Joe el Indio! -¡No!... -¡Sí! Estaba tumbado, dormido como un leño, en el suelo, con el parche en el ojo y los brazos abiertos. -¿Y qué hiciste? ¿Se despertó? -No, no se rebulló. Borracho, me figuro. No hice más que recoger la toalla y salir disparado. -Nunca hubiera yo reparado en la toalla. Yo sí. ¡Habría que haber visto a mi tía si llego a perderla! -Dime, Tom, ¿viste la caja? -No me paré a mirar. No vi la caja ni la cruz. No vi más que una botella y un vaso de estaño en el suelo a la vera de Joe. Sí, y vi dos barricas y la mar de botellas en el cuarto. ¿No comprendes ahora qué es lo que le pasa a aquel cuarto? -¿Qué? -Pues que está encantado de whisky. Puede ser que en todas las «Posadas de Templanza» tengan un cuarto encantado, ¿eh? 173 Preparado por Patricio Barros