TOM SOWYER Tom Sawyer - Mark Twain | Page 134

Tom Sawyer www.librosmaravillosos.com Mark Twain había remedio para Becky, pensó. Un momento después el maestro se irguió amenazador. Todos los ojos se bajaron ante su mirada: había algo en ella que hasta al más inocente sobrecogía. Hubo un momentáneo silencio; el maestro estaba acumulando su cólera. Después habló: -¿Quién ha rasgado este libro? Profundo silencio. Se hubiera oído volar una mosca. La inquietud continuaba: el maestro examinaba cara por cara, buscando indicios de culpabilidad. -Benjamín Rogers, ¿has rasgado tú este libro? Una negativa. Otra pausa. Joseph Harper, ¿has sido tú? Otra negativa. El nerviosismo de Tom se iba haciendo más y más violento bajo la lenta tortura de aquel procedimiento. El maestro recorrió con la mirada las filas de los muchachos, meditó un momento, y se volvió hacia las niñas. -¿Amy Lawrence? Un sacudimiento de cabeza. -¿Gracia Miller? La misma señal. -Susana Harper, ¿has sido tú? Otra negativa. La niña inmediata era Becky. La excitación y lo irremediable del caso hacía temblar a Tom de la cabeza a los pies. -Rebeca Thatcher... (Tom la miró: estaba lúcida de terror), ¿has sido tú?...; no, mírame a la cara... (La niña levantó las manos suplicantes.) ¿Has sido tú la que has rasgado el libro? Una idea relampagueó en el cerebro de Tom. Se puso en pie y gritó: -¡He sido yo! Toda la clase se le quedó mirando, atónita ante tamaña locura. Tom permaneció un momento inmóvil, recuperando el uso de sus dispersas facultades; y cuando se adelantó a recibir el castigo, la sorpresa, la gratitud, la adoración que leyó en los ojos de la pob