TODO SIERRA Todo Sierra dos | Page 11

Ciencia ficción pura y dura

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tecnología del cristal mantuvo a los guardianes del saber apartados del conocimiento exterior y para usar esta tecnología de forma práctica se necesitaban esfuerzos de tecnologías modernos que poco a poco iban degradándose y volviéndose inservibles; al final costaba un trabajo tan colosal fabricar una herramienta no teórica o fecundar una mujer con embriones libres de endogamia que de la población de ocho mil personas del refugio nuclear acabe siendo yo el único superviviente, con la única herencia de cien kilos de material de diferentes aleaciones y compuestos de toda la tabla periódica e innumerables cristales a los que enfocaba la luz del día de un espejo del exterior para informarme y aprender que podría hacer para arreglar la herencia de una humanidad , con valentía para destruir, pero cobarde para seguir adelante con lo que quedaba de su obra.

La última medición espectral lanzada por la torre exterior había sido hace ciento cincuenta años, cuando a mis veintitrés años el último anciano moribundo me habló de su padre entre estertores de muerte dijo:

-Rem hijo, mi padre me hizo prometer que no contara nada, pero allí fuera ahí aire para respirar, debe ser todo de origen bacteriano,

el oxigeno liberado a la atmósfera, por eso no se arriesgo a llevar a cuarenta de nosotros en busca de la muerte allá fuera, pero tu si me oyes, tu si debes hacerlo:

: Hay embriones en el hangar y una ultima valija de material básico de construcción inventa algo. Haz algo me oyes pero llena la tierra de hombres y mujeres y enséñales a amar, si lo haces si lo consigues, no les dejes solos o será otra vez igual, toma este cristal es el más importante de todos contiene como éramos antes del desastre es un cristal molecular léelo poco a poco, contiene seis meses de audio visión cuando lo hayas leído completamente estarás preparado para salir adelante…

Era cierto el mejor regalo que se le puede hacer a un hombre, miles de horas de documentales históricos y películas desde el último momento del desastre, hasta la invención del cine. La humanidad era algo grande y yo era su herencia. Ensimismado en mis pensamientos salí del lago por la ruta más corta que marcaba la brújula, llevaba una hora de reloj andando y el báculo despertó de la hibernación cobrando vida en sus manos.

CONTINUARÁ