rapsodas utilizaron este medio y lo implementaron para mantener viva la historia de su pueblo.
Según el himno de Hesíodo, cantado a las musas, se puede observar la bella voz, la alegría, la música, la danza, el deseo, la variedad, la elevación y la fama, los cuales son los atributos que la poesía ofrece a la permanencia de la identidad de una comunidad. La responsabilidad de enriquecerlo y embellecerlo recae en los profesionales, pues es un lenguaje que se mantiene fuera de la cotidianidad, los cuales se denominan poetas o aedos, estos tienen el deber de almacenar la cultura de una sociedad en todas sus expresiones.
Los cantores, aquellos que hacían los poemas y las canciones que se compartían con el pueblo, usaban el sonido y el ritmo. El cantor creaba, en primera instancia, el ritmo, al cual después de estar terminado, se le atribuye un significado, el significado va acompañado de movimientos corporales, los cuales se repiten durante la memorización.
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La memoria del habla
Hablar, tener la forma de relacionarnos unos con otros, es algo tan básico entre los hombres, que sin duda es la base de toda nuestra comunicación. Antes de la escritura, la oralidad existió como la forma de recordar los diferentes acontecimientos vividos, como la memoria del pueblo.
Las relaciones humanas se encuentran dominadas por la acústica, la identidad de una comunidad, sus tradiciones y rituales, los cuales deben poseer cierto lenguaje para poder ser memorizados. La memoria funciona atreves de la repetición, la cual, para ser más efectiva, debe ser placentera, haciendo que perdure la memoria en el tiempo. Sin embargo, esto no es suficiente, debe existir un método, el cual incluya sonidos reconocibles, y nos permita cambiar su contenido para manifestar diferentes significados dependiendo del contexto, en este método se pueden encontrar canciones y temas musicales, las cuales al analizarla comparten una característica en común, el ritmo, el cual se cataloga como la solución. El habla rítmica es la repetición de valores acústicos, los cuales no tienen en cuenta su contenido, dándoles la posibilidad de crear nuevas canciones con el mismo ritmo, pero con diferentes palabras.
Los pueblos ágrafos, poseían poetas, aedos o rapsodas que era los encargados de memorizar, de tejer la historia. Para esta labor, no usaban otra cosa que el ritmo y la repetición, es mucho más sencillo recordar algo que tiene un compás “pegajoso”, los rapsodas utilizaron este medio y lo implementaron para mantener viva la historia de su pueblo.
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