La primera es incorporar atributos al producto y características para el usuario que
reduzcan los costos generales del comprador por usar la mercancía de la empresa.
Una segunda ruta es incorporar características tangibles que aumenten la satisfacción
del cliente con el producto, como sus especificaciones, funciones y estilo.
Una tercera ruta hacia una ventaja competitiva basada en la diferenciación es
incorporar características intangibles que aumenten la satisfacción del comprador
de formas no económicas.
La cuarta ruta es promover el valor del producto de la empresa a los compradores;
las formas habituales son precios altos
El objetivo es ofrecer a los clientes algo que lo rivales no pueden ofrecer, al menos en términos del grado de satisfacción. Hay cuatro rutas básicas para lograrlo.