Think Now Abril 2020 | Page 24

NO DEJES QUE LA PREOCUPACIÓN, ESTRÉS Y ANDIEDAD TE DOMINEN Sensaciones que dictan y modifican tu estado de ánimo y de salud, pueden ser revertidas Existen diversos factores que pueden detonar síntomas y desestabilizar al ser humano como persona, al grado de desplomarse sino se detecta a tiempo y sino busca ayuda correcta. Actualmente nuestro entorno ha cambiado en gran me- dida, se vive a un ritmo acelerado, las altas expectativas a cumplir, falta de tiempo, tener calidad de vida, etcétera, lo llegamos a reflejar mediante preocupación, estrés y an- siedad, inclusive a temprana edad, afectando así nuestra salud mental y física. Preocupación “La preocupación suele consistir en pensamientos repeti- tivos y obsesivos”, de acuerdo a Melanie Greenberg, psicó- loga clínica de Mill Valle. Comencemos con que la preocupación solo es mental. Y puedes reducir está alteración, al decidir no dedicarle de- masiado tiempo (comienza con 20 minutos) y redirige tus pensamientos de manera consciente. Esta es útil si tiene como resultado un cambio, de lo contrario solo se conver- tirá en un pensamiento obsesivo. ¡Mucho ojo! Estrés El estrés es una respuesta biológica normal en nuestra vida. Los síntomas del estrés incluyen un ritmo cardiaco acelerado, manos sudorosas y respiración rápida poco profunda, dijo Luana Marques, profesora adjunta de Psi- quiatría en la Facultad de Medicina de Harvard y presiden- ta de la ADAA. En cambio, el estrés crónico ocurre cuando tu cuerpo se queda en este estado de lucha o huida de manera con- tinua, este padecimiento puede desembocar, incluso en problemas de salud. Puedes reducir tus niveles de estrés haciendo ejercicio, aceptando qué puedes controlar y qué no, para enfocar tu energía en lo que sí puedes modificar. Ansiedad La ansiedad es psicológica. “La ansiedad es lo que ocu- rre cuando te enfrentas a mucha preocupación y estrés” y también es, de alguna manera, una respuesta a una falsa alarma, de acuerdo a Marques. En ocasiones, puedes sentirte ansioso (esto puede ser par- te de la cotidianidad), muy diferente a padecer un trastor- no de ansiedad. Esta es una enfermedad grave que podría incluir estrés o preocupación. Si eres una persona con fuerza de voluntad, ¡claro que puedes reducir la ansiedad!, tan solo con limitarte en el consumo de azúcar, alcohol y cafeína. Cambia tu foco de atención; revisa los dedos de tus pies, muévelos, y cuando presentes una crisis de esta índole, busca distraerte: escucha música, lee un libro, sal con tus amigos… ¡Todo es posible con voluntad! 23