tvc.dsj.org | April 25, 2017
NOTICIAS
EN ESPAÑOL
17
El Obispo McGrath acompaña a CRS para un viaje inolvidable a Guatemala
Por Liz Sullivan
Aunque la visita fue breve, la im-
presión es para siempre.
El Obispo Patrick J. McGrath viajó
a Guatemala por primera vez del 14 al
17 de marzo como parte de un viaje de
inmersión de Catholic Relief Services
(CRS) con Charmaine Warmenhoven,
miembro de la Junta Directiva de CRS,
de Saratoga.
Los cuatro días que pasaron en
Guatemala fueron la primera vez
que el Obispo estuvo en el país cen-
troamericano. Y dijo que tenía un
profundo efecto en él.
“Impactó mucho mi vida,” dijo el
obispo un par de semanas después
de regresar a casa. “Hicimos muchas
cosas mientras estuvimos allí y hubo
importantes aspectos destacados.
Fue maravilloso ver el gran trabajo
que CRS está haciendo y los cambios
que están haciendo en la vida de las
personas.”
Establecido en 1943 por la Con-
ferencia de Obispos Católicos de los
Estados Unidos (USCCB), CRS es una
agencia humanitaria internacional. Lo
que originalmente comenzó a ayudar
a Europa y sus refugiados devastados
por la guerra a recuperarse como
resultado de la Segunda Guerra Mun-
dial. CRS lleva a cabo el compromiso
de los Obispos de los Estados Unidos
para ayudar a los pobres y vulnerables
en el extranjero.
Padre Juan Luis Carvajal (a la derecha) concelebró la Misa en la oficina de CRS en la ciudad
de Guatemala con el Obispo Patrick J. McGrath (izquierda) de la Diócesis de San José, durante
la visita de delegación dirigida por Charmaine Warmenhoven, miembro del Consejo de CRS, el
pasado mes marzo.
Como parte de la misión universal
de la Iglesia Católica, CRS trabaja con
instituciones y estructuras católicas
locales, nacionales e internacionales,
así como con otras organizaciones,
para ayudar a las personas basándose
en la necesidad, no en el credo, la raza
o la nacionalidad.
El Obispo dijo que le tocó espe-
cialmente su visita a este país del
Tercer Mundo durante la Cuaresma.
En su breve estancia en Guatemala, el
Obispo y su grupo visitaron la capital
de la Ciudad de Guatemala, junto con
las ciudades de Antigua y Santa Cruz
del Quiche.
“Me impresionó la fe del pueblo,”
dijo el Obispo. “Yo realmente creo que
ellos ven el rostro de Cristo el uno en el
otro. Me sorprendió cómo viven su fe.”
El Obispo McGrath dijo que a donde
ellos iban, la gente estaba emocionada
de verlos y les agradecía por su visita.
Especialmente en una escuela.
En realidad fue muy humilde,”
dijo. “Sentí que deberíamos estar agra-
deciéndoles por dejarnos entrar en su
vida. La gente estaba muy agradecida
por CRS y lo que CRS ha hecho por
ellos. CRS les ha ayudado con cosas
que damos por hechas en este país. Es
realmente un cambio de vida.”
Además, otra área que impresiono
al Obispo fue el trabajo que CRS está
haciendo con los migrantes. El Obispo
y su grupo, que también incluyó al
Hermano Mickey McGrath, OSFS, visi-
taron un centro de repoblación en la
Ciudad de Guatemala. La mayor parte
de las fronteras de Guatemala con
México y Guatemala sirve como con-
ducto de América Central a América
de l Norte.
Mientras estuvo en el centro de
descanso, el Obispo dijo que conoció
a una familia de El Salvador, con 11
hijos, entre ellos dos hijas que habían
sido amenazadas de muerte.
Dijo el Obispo, “Fue muy intere-
sante ver cómo CRS trató a todos en
este centro con amabilidad y compa-
sión. CRS estaba allí para ver lo que
podían ofrecer. Me pregunto: ¿qué
le pasó a esa familia que conocí? En
cuanto la impresión que el Obispo
tuvo en este viaje fue muy honesto.”
Me tomó un tiempo cuando volvimos
a casa para reflexionar en lo que pasó,”
dijo. “Todo sucedió tan rápido. Fue una
experiencia muy emocionante para mí.
Muchos de ellos no tienen mucho, pero
en lo que a mí respecta tienen todo, lo
que es más importante, su fe y apoyo
mutuo.”
Para obtener más información so-
bre CRS, visite www.CRS.org.
Mensaje de Obispo McGrath–Adultos en el Centro
Queridos Amigos,
Después de que
Jesús se apareció a
sus discípulos en el
camino de Emaús,
ellos proclamaron.
“¿No sentíamos arder
nuestro corazón
cuando nos hablaba en el camino y nos
explicaba las Escrituras?” Esto es lo
que sucede cuando reconocemos la
presencia de Jesús entre nosotros.
A veces, sin embargo, no vivimos
con los ojos abiertos y los corazones
encendidos. Como los dos discípulos,
a menudo necesitamos ayuda para ver
la Palabra de Dios con ojos de fe.
La vida puede sentirse como un
fuerte huracán, y con frecuencia
buscamos anclarnos. Nuestra relación
con Jesucristo y la comunidad de
fe es el ancla para el bienestar y el
crecimiento espiritual.
El cirujano general (de EE.UU) dice
que la enfermedad más prevalente hoy
en día es el aislamiento. En la época
más conectada de la historia, lo que
más nos afecta es estar desconectados.
Dios quiere estar en relación con
nosotros. Dios nos hizo para las
relaciones. Una relación con Dios y con
los demás nos mantiene avanzando
hacia la madurez cristiana.
Desde el Concilio Vaticano II,
la Iglesia ha tratado de cambiar
significativamente el papel de los
laicos, de ser espectadores a llegar
a ser participantes. La formación de
la fe adulta está en la raíz de esta
part icipación. Lo que recibieron
durante su niñez no es suficiente
para crecer en la fe como adultos en
la Iglesia de hoy.
Jesús libera a los cautivos. La
formación de la fe adulta libera a los
adultos de lo que los atrapa. Al igual
que los Discípulos que caminaron con
Jesús en Emaús, nuestra cultura de
ritmo acelerado puede impedirnos ver
lo que está justo delante de nosotros. El
aprendizaje emancipador permite a los
adultos reflexionar sobre cómo vivimos
para encontrar maneras de llevar
nuestras vidas con el mensaje de Jesús.
La formación de la fe adulta nos pide
que lo hagamos de la manera de Jesús.
Formación de fe en los adultos:
• Es fundamento para el éxito
de nuest ra i n ic iat iva de
evangelización diocesana.
• Es clave para prof u ndizar
nuestra relación con Jesús.
• Promueve la part icipación
ac t iva en la comu n idad
cristiana.
• Prepara a los adultos para que
actúen como discípulos en
servicio al mundo.
Les animo a que se involucren
en los corazones de los adultos, los
edifiquen en la fe y los envíen al
mundo como discípulos.
“Fortalezcamos nuestro compromiso
e intensifiquemos nuestros esfuerzos
para ayudar a los adultos de nuestras
comunidades a ser tocados y
transformados por el mensaje vivificante
de Jesús, para explorar su significado,
experimentar su poder y vivir en su
luz como discípulos adultos fieles hoy.
Hagamos nuestra parte con creatividad
y vigor, nuestros corazones encendidos
con amor para capacitar a los adultos
a conocer y vivir el mensaje de Jesús.
Esta es la obra del Señor. En el poder del
Espíritu no fallará, sino que dará frutos
duraderos para la vida del mundo”
Sentíamos Arder Nuestros Corazón,
(Declaración de los Obispos Católicos
de EE.UU)
Obispo Patrick J. McGrath