POR VIRGINIA ESCUDERO
SARA ENTRA EN LA SALA PARA
recibir su terapia, acto seguido dos hom-
bres la cogen a la fuerza y su respiración
se acelera, sin entender nada es intro-
ducida en una bañera de agua fría don-
de es ahogada una y otra vez, en estado
de shock la tumban en una camilla: sara
solo puede sentir la textura de la espon-
ja que esos salvajes han introducido en
su boca, pero no sabe que lo peor esta
por llegar.
Esto es lo que podemos ver en una de
las secuencias de la segunda temporada
de las chicas del cable, la primera pro-
ducción española de Netflix.
Pocos sospechaban que una serie que al
principio parecía pura felicidad y entre-
tenimiento tuviera tanto shock en los
personajes.
La cadena Netflix no ha defraudado, con
motivo de la semana del orgullo gay.
The Seasons reivindica el papel de Sara,
interpretada por Ana polvorosa, un per-
sonaje – a priori- secundario, pero con
una historia desgarradora que la ha con-
vertido en algo más.
La rectitud y el misterio que desprendía
su figura al principio de la serie hacían
creer que podría ser otra villana más.
Sorprende oírla hablar en las entrevistas
diciendo que se influyó del personaje de
Hause of Car Robin Drive, mujer fuerte,
calculadora y sombría.
Y lo que es más sorprendente, la decla-
ración de la actriz, “Vengo de una fami-
lia muy humilde y soy responsable desde
niña”, ya que todos la recordamos como
esa joven descarada de la serie Aida.
En la primera temporada Sara sorpren-
dió con una historia de poliamor entre
dos mujeres y un hombre.
Historia que, aunque en estos tiempos
muchos personajes como Tilda Swinton
y Megan Fox han declarado tener.