sexual que persistía entre ambos, no importando que acaban de tener sexo salvaje dentro del Camaro.
Recostado en el asiento de pasajeros, Stiles vio como Derek volvía a sentarse detrás del volante, ponerse nuevamente su ropa y fijar la mirada en la casa que estaban vigilando.
“¿ Satisfecho?,” preguntó Derek.
“ Mmmm …,” murmuró Stiles.“ Creo que tendrás que darme otra demostración luego.” Derek sonrió cálidamente y volvió a besarlo, para luego cubrir al adolescente con la chaqueta de cuero que estaba colgada en el respaldo de su asiento.
“ Definitivamente tendré que darte otra más,” susurró para sí mismo al notar que Stiles lentamente se quedaba dormido oliendo su chaqueta.
La esquina poética de Anita María��
Cadáver exquisito( sin título)
Por Andrea Román / Gonzalo Valderrama
Se me entrecierran los ojos no imaginé que esta sombra oscura se quedaría tanto tiempo aquí a mi lado. Observo con tus ojos la misma luna, crepúsculos de felicidad lejos, muy lejos hasta no poder distinguir tu mirada... tu sonrisa invertida me dice te quiero contar mis secretos negros, no me gusta la atmósfera que se respira en este lugar, compartir y ya. Recuerdas los accidentes románticos y olvidas los aciertos felices al despertar no quiero recordar los residuos del sueño de ayer, una bolsa de té en una taza. Si tomas mis fotos mentales rotas y las rearmas con scotch es inútil ya no puedo caer más abajo, ya no queda abismo disponible. El día sin nubes y yo aquí entre neblinas clandestinas. Mis ojos llorosos se desahogan pensando en un pasado juntos.