The NON Magazine - N° 02 | Page 11

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The tea time with …
Carmen Carmona Robles

“ Los alumnos de Pedagogía de la Universidad Católica de Valparaíso son una élite. Los de Inglés, son aún más una élite“

Le encantan las joyas, las comedias románticas y los restaurantes elegantes. Se preocupa de que no la vayan a considerar una persona superficial, pero reconoce que es mujer y no puede evitar sentir gusto por aquellos detalles. Tampoco tiene problemas en aceptar que es estricta, definiéndose como“ intensa”. Profesora con más de 20 años de carrera, se dio el tiempo de conversar con nosotros y, además de hablar de su vida laboral y profesional, abrir su corazón y confesarnos algunos de sus gustos y sus deseos no cumplidos.
por: Jaime Durán Garrido producción: Ramón Fuente Mardones fotos: Julio Díaz González

E lla definitivamente ama su profesión. Es lo primero que puedo pensar cuando la escucho hablar con tanta pasión, ya sea de sus estudios de pedagogía como de inglés, a los cuales se entrega por igual. Y más aún cuando habla de sus estudiantes. Para algunos de ellos puede resultar algo intimidante encontrarse por primera vez con una profesora que cuando motiva pareciera que está retando. Pero no es eso. Es solo que Carmen Carmona es de aquellas personas que lo dan todo por su carrera y que sabe que con su forma de ser puede sacar lo mejor de sus alumnos.

- ¿ Cuándo decidió ser profesora?
-El tema docente casi creció conmigo. Mis papás son ambos profesores y, dada mi personalidad mandona, de muy pequeña con mis primos menores o mis hermanos jugaba a la profesora. De adolescente, pensaba en ser profesora de Básica, pero me iba muy bien en inglés y mi bendita madre me dijo“¿ por qué no estudias Pedagogía en Inglés? Si te gusta tanto el Inglés y la Pedagogía” y ahí fue cuando decidí estudiar Pedagogía en Inglés. Yo soy de Santiago, nacida y criada allá. Estudié en el Liceo N ° 1 de Santiago y me vine a la Universidad de Playa Ancha a estudiar Pedagogía en el año’ 84. Años muy complicados del punto de vista político en nuestro país. Pero la Escuela de Inglés era como diferente, así que teníamos clases de todas maneras. Había paro en Playa Ancha y nuestros profesores nos llevaban a cualquier otro lugar, teníamos clases de todas maneras. Bueno, malo, no soy quién para juzgar. Pero al final, a lo mejor igual me hicieron un favor si uno lo piensa, digamos, con el paso del tiempo. Hice mi práctica el año’ 88 y el año’ 89 me titulé.
- ¿ Cómo llegó a trabajar a la universidad?
-Ni siquiera me acuerdo. Trabajé muchos años en el Instituto Chileno-Norteamericano de Cultura, donde me formé como docente. Llegué cuando estaba haciendo la práctica. Aprendí en ese lugar a enseñar a niños, a adolescentes, a compañeras, a Castellano, al programa de Secretariado, trabajé en todos los programas que había. Yo diría que un Instituto Binacional es una muy buena escuela para un profesor de inglés joven, porque uno está expuesto a muchas experiencias diferentes. Si tú quieres tener esas experiencias, obviamente. Hay gente que prefiere solo enseñar a un segmento o a un grupo etario, y con eso queda. A mí siempre me ha gustado experimentar en mi vida profesional. Entonces aprendí mucho. Y aquí a la Católica llegué como el 2006, más o menos. Cómo, honestamente no recuerdo. Debo haber traído mi currículum( ríe). Y el profesor Benítez con la profesora Alfonso, y no me acuerdo quién más estaba en la comisión, me entrevistaron y quedé aceptada. Llegué, pero me fui por un tiempo de nuevo porque gané un concurso para ser la directora académica del Norteamericano. Allá me exigían dejar todas mis labores docentes, y en ese momento yo estaba en la Universidad de Playa Ancha, en la Universidad del Mar y estaba aquí. Y dejé todo y tuve la experiencia administrativa. Buena experiencia de aprendizaje. Y después me vine de nuevo para la Católica. Los echaba de menos. Y aquí he estado un par de años.
-Con el cambio desde Valparaíso hasta acá, ¿ cómo se siente en las nuevas instalaciones del Instituto?
-Pregunta difícil. Creo que es un ambiente muy agradable. Si uno mira por la ventana y ve el lago, creo que es casi“ inspiracional”. Pero desde el punto de vista práctico, yo vivo en Placilla y a mí no me gusta llegar tarde, a ninguna parte. Entonces, significa sacar a mi marido y a mis hijos que van al colegio todavía, antes de la casa para que me vengan a dejar. Es como complicado. Pero yo creo que tiene más pro que contra, definitivamente. Ustedes están en un medio más amigable si se quiere, acá está la Escuela de Pedagogía. Es más positivo para el alumno desde ese punto de vista. Yo me acuerdo que los jueves o los martes tenían que salir corriendo. Si uno les pedía“ hagamos una clase”, respondían“ no profesora, tenemos que salir corriendo a Sausalito”. Entonces igual era como estresante para los alumnos estar yendo de un lado para otro. Yo trato esencialmente de ser

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