The NON Magazine - Especial N° 01 | Page 8

Rincón creativo | Highway to Hell

La mujer de la laguna

Damien Knight

E sa noche era más fría que lo habitual. El viento soplaba entre los árboles y por los pasillos del recién inaugurado edificio de literatura; la cercanía de la laguna no ayudaba mucho a mitigar el miedo que Sergio, el nuevo vigilante, sentía. Miedo y cansancio. Esta era su primera semana en este trabajo y todavía no se a acostumbraba a estar despierto de noche. Sergio estaba realmente cansado, sentía como los parpados se le cerraban lentamente, bostezando de vez en cuando, no por sueño, si no por aburrimiento.

Luego de revisar que todo estuviese en orden, el vigilante se dirigió al cuarto piso esperando poder sentarse y dormir un rato en los cómodos sillones de la sala de espera de la oficina de jefatura de docencia, cuando sorpresivamente vio una imagen en el pasillo. Al principio parecía solo el reflejo de la luz de la luna contra la muralla, pero a medida que subía la escalera, Sergio vio a una mujer delgada, alta y de cabellos negros, alejándose lentamente en dirección a la laguna.
“¿ Quién es usted y que hace aquí? Si no se retira llamaré a la policía” dijo Sergio, alumbrando con su linterna a la mujer, quien se detuvo y giró hacia el hombre que la iluminaba. La luz de la linterna hacia el rostro de la
mujer y un grito desgarrador fue lo último que Sergio vio y sintió; luego, todo era oscuridad.
7:30 de la mañana y Anita María llegaba al edificio para una nueva jornada de trabajo. Repasando en su cabeza lo que tenía que hacer antes que su jefa llegara: preparar café, revisar el correo electrónico y la pagina web, revisar y luego despachar toda la correspondencia de ese día … lo usual.“¿ Agua? ¿ Por qué hay agua? ¡ Oh mi Dios, el piso está inundado!” De pronto el cuerpo de un hombre tirado boca abajo en el piso la dejó congelada. Al notar que se trataba del nuevo vigilante, corrió hacia él para percatarse que se encontraba sin vida y con los ojos desorbitados y mandíbula desencajada; una expresión de terror en su rostro difícil de olvidar.
Luego de llamar a la policía, Anita María busco en su agenda el teléfono de las únicas personas que verdaderamente podían ser útiles.“ Alo, ¿ Dean? Esta es Anita María, tú me ayudaste a exorcizar un espíritu de mi casa … sí, ese mismo. Creo que necesito nuevamente tu ayuda.”
“ Detective Wittermore, y este es mi compañero el detective Mc Call, recibimos el llamado de que encontraron un cadáver en las dependencias de la