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76 Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales ría un amplio espectro de cosas o producciones. Kannon quiere decir caña, medida o vara: designa un instrumento que se encuentra en la mano del arquitecto. Con el cual, como símbolo, es representada durante siglos la figura de Pitágoras. Medida adecuada, orden adecuado, unidad de medida: canon. La medida es garantía de estabilidad en la construcción del edificio antiguo. La regularidad en la medida es un instinto de la obra que se establece según la tradición constructiva, que se perfecciona en el experimento de cada construcción. Los templos de la antigua Grecia fueron proporcionados y los sistemas de proporciones que se establecían en cada uno de los órdenes conocidos constituían una serie ya explorada de valores que aseguraban su corrección, su belleza, su armonía. El mismo principio se adivina en las proporciones dadas a la representación del cuerpo humano en la escultura. Kannon fue el nombre dado a un tratado atribuido a Polícleto, uno de los escultores más conocidos de la antigüedad griega, cuya fama perduraba en época helenística y romana. Este dato nos permite relacionar el arte escultórico, probablemente la casi ignorada por nosotros pintura, y la arquitectura: habilidades que deben centrarse en el conocimiento de los sistemas de medidas y proporciones adecuados. La tradición constructiva griega fue unida a la tradición romana hacia el siglo II aC, cuando la expansión de la Roma republicana alcanzó al dominio del ámbito central de Grecia. La mayor parte de los elementos que ahora llamamos estéticos se adhirió a una base edificatoria distinta, como si se plasmara sobre las estructuras de edificios más complejos, requeridos en una sociedad también más compleja, una mera epidermis entregada a la belleza. Esta actitud señala un reconocimiento de la armonía que presentaban las obras construidas por los griegos. Al adherirse de esta tradición, tomando las imágenes de la arquitectura griega en un sentido ornamental, las tradiciones constructivas de la Roma republicana primero, y, fundamentalmente, de la Roma imperial, se adhirieron también al principio de las proporciones, del orden y de la medida adecuada, sin establecer respecto a estos valores verdaderas innovaciones. La urgente construcción de un mundo completo, extendido sobre el vasto manto del imperium, tomó al vuelo el sentido de ese orden que vinculaba la arquitectura con las ideas trascendentes de la belleza. A la última Roma republicana, en concreto de la época de Augusto, antes de la construcción de los monumentos que han quedado identificados a la memoria del imperio, pertenece el texto de Vitruvio, De Architectura libri decem, que constituye u na forma explícita de asumir la tradición estética de la arquitectura griega. Vitruvio se muestra incapaz de reflexionar sobre lo bello en esencia, pero transcribe las fórmulas de proporciones y medidas, de razones y relaciones, en una continua cantinela que atraviesa sus diez volumia, y con ellos, la selva de descripciones constructivas, de materiales y usos, de discursos técnicos y metódicos. Los términos con los que Vitruvio alude a las componentes estéticas de la arquitectura no son sistemáticos, se barajan Hay que ser muy prudente a la hora de afirmar una aplicación consciente a las obras construidas de “conceptos” matemáticos. Se deberían revisar algunos trabajos críticos que han adjudicado esta conciencia a las producciones artesanales del mundo antiguo y medieval. Un ejemplo es el estudio ya clásico de Matila C. Ghyka, El número de oro. Ritos y ritmos pitagóricos en el desarrollo de la civilización occidental, Poseidón, Buenos Aires, 1968. 4 © Los autores, 2001; © Edicions UPC, 2001.