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59 Naturaleza 3 Naturaleza Josep Maria Montaner Desde los inicios y a lo largo de la evolución de la arquitectura, la naturaleza ha actuado como modelo. De hecho, míticamente, la arquitectura se ha entendido como imitación de la naturaleza; durante miles de años, se conformó en estrecha relación con los condicionantes del medio natural de cada cultura. En esta integración al medio se produjo un salto cualitativo cuando durante el Renacimiento se empezó a difundir el uso del cristal en las ventanas. Ello permitió que los espacios interiores, oscuros durante las estaciones frías, se fueran convirtiendo en lugares luminosos y confortables. Como elemento selectivo de entrada de luz y barrera para los escapes de calor y para corrientes de aire, el cristal potenció una nueva cultura del espacio interior y generó un cambio tan importante en las condiciones de vida humana como el que se había producido con la conquista del fuego o el que se produciría a principios del siglo XX con la generalización de la electricidad. La ciencia en el período barroco y el desarrollo de los jardines europeos imitación de la naturaleza y de sus organismos vivos. Dichos mecanismos eclosionaron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en las formas organicistas de Antoni Gaudí y Frank Lloyd Wright. Formas orgánicas que aún hoy siguen explorándose y que nada tienen que ver con los criterios de la composición clásica basada en la combinación de elementos preestablecidos. En la evolución de la relación entre arquitectura y naturaleza el momento clave se produce con la ciencia moderna y la cultura del Barroco, entre los siglos XVI y XVIII.1 Desde las ideas de Nicolás Copérnico, Giordano Bruno, Galileo Galilei e Isaac Newton hasta los textos teóricos del arquitecto Claude-Nicolás Ledoux que presenta la naturaleza como la casa del pobre, existe la voluntad de incluir toda creación humana dentro de la globalidad de la naturaleza, entendida como una bóveda celestial que protege a los seres humanos.2 El concepto y la imagen de “hombre-microcosmos” explicitan esta identificación entre cuerpo humano y universo natural. Véase Darío Rei, La revolución científica. Ciencia y sociedad en Europa entre los siglos XV y XVII, Icaria, Barcelona, 1978. 2 Extraído de Alberto Pérez Gomez. L’architecture et la crise de la science moderne, Pierre Mardaga, Bruxelles-Liège, 1987. 1 El procedimiento genérico de la mimesis, desarrollado durante siglos, ha conllevado que la arquitectura haya desarrollado mecanismos de © Los autores, 2001; © Edicions UPC, 2001.