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Naturaleza
3 Naturaleza
Josep Maria Montaner
Desde los inicios y a lo largo de la evolución
de la arquitectura, la naturaleza ha actuado como
modelo. De hecho, míticamente, la arquitectura
se ha entendido como imitación de la naturaleza;
durante miles de años, se conformó en estrecha
relación con los condicionantes del medio natural de cada cultura. En esta integración al medio
se produjo un salto cualitativo cuando durante
el Renacimiento se empezó a difundir el uso
del cristal en las ventanas. Ello permitió que los
espacios interiores, oscuros durante las estaciones frías, se fueran convirtiendo en lugares luminosos y confortables. Como elemento selectivo
de entrada de luz y barrera para los escapes de
calor y para corrientes de aire, el cristal potenció
una nueva cultura del espacio interior y generó
un cambio tan importante en las condiciones de
vida humana como el que se había producido con
la conquista del fuego o el que se produciría a
principios del siglo XX con la generalización de
la electricidad.
La ciencia en el período barroco
y el desarrollo de los jardines europeos
imitación de la naturaleza y de sus organismos
vivos. Dichos mecanismos eclosionaron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en
las formas organicistas de Antoni Gaudí y Frank
Lloyd Wright. Formas orgánicas que aún hoy
siguen explorándose y que nada tienen que ver
con los criterios de la composición clásica basada
en la combinación de elementos preestablecidos.
En la evolución de la relación entre arquitectura y naturaleza el momento clave se produce
con la ciencia moderna y la cultura del Barroco,
entre los siglos XVI y XVIII.1 Desde las ideas
de Nicolás Copérnico, Giordano Bruno, Galileo
Galilei e Isaac Newton hasta los textos teóricos
del arquitecto Claude-Nicolás Ledoux que presenta la naturaleza como la casa del pobre, existe
la voluntad de incluir toda creación humana
dentro de la globalidad de la naturaleza, entendida como una bóveda celestial que protege a
los seres humanos.2 El concepto y la imagen de
“hombre-microcosmos” explicitan esta identificación entre cuerpo humano y universo natural.
Véase Darío Rei, La revolución científica. Ciencia y sociedad en Europa entre los siglos XV y XVII, Icaria, Barcelona,
1978.
2
Extraído de Alberto Pérez Gomez. L’architecture et la crise de
la science moderne, Pierre Mardaga, Bruxelles-Liège, 1987.
1
El procedimiento genérico de la mimesis, desarrollado durante siglos, ha conllevado que la
arquitectura haya desarrollado mecanismos de
© Los autores, 2001; © Edicions UPC, 2001.