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2 Técnica Marta Llorente La arquitectura es posible gracias a la habilidad técnica, como toda construcción o factura humana. Respecto de otros ámbitos estéticos, de otras artes, su dimensión técnica es más intensa, más determinante y tiende a rebasar la capacidad individual de su artífice, del arquitecto. Esta dimensión técnica la sitúa en la frontera de las habilidades artísticas, obligada a la programación metódica de la construcción, y la convierte, por esencia, en obra colectiva. La arquitectura requiere del esfuerzo técnico, pero también impulsa su desarrollo: acapara en este gesto las fuerzas disponibles y las modifica. La arquitectura arrastra la capacidad técnica tras de sí, la potencia y le da forma. Dado que la esencia arquitectónica es, justamente, más compleja que la de ser mero objeto técnico. En su complejidad de significados, la arquitectura sabe proponer a la factividad de la técnica nuevos cometidos. A diferencia de la filosofía, de las ciencias o de las artes, a diferencia de todas las formas diversas de conocer el mundo, la técnica es esencialmente una forma de obrar.1 Forma de obrar que define la humanidad y que marca su punto de partida hacia el dominio del medio originario que es la naturaleza. La forma de obrar técnica se abre en el instante mismo en que se define la humanidad y, por tanto, forma parte del modo peculiar en que el hombre habita el mundo. La forma de obrar que es la técnica, en cuanto signo de humanidad, recoge el sentido de la historia y se inscribe en el territorio de la imagen que la criatura humana tiene de sí mismo, en sus mitos y en sus símbolos. Por esta razón es útil reconocer el sentido cultural de la técnica en el esbozo que realizan los mitos sobre su origen,2 aunque el sentido de la técnica en nuestra cultura arquitectónica lo esclarece definitivamente el estudio del curso de la Historia. Ambos puntos de enfoque nos sirven para reconocer mejor su sentido e implicarnos en su futuro. Los mitos sobre el origen de la técnica El instante de apertura de lo técnico ha sido figurado en los principales mitos sobre el origen de la voluntad de dominio del mundo, que es la más 1 Técnica como forma de obrar, frente a la ciencia y la filosofía. Como forma de conocer, v. Ortega y Gasset, J., Meditación de la técnica, ediciones de la Revista de Occidente, Madrid, 1977. 2 V. Vernant, J. Pierre, “El trabajo y el pensamiento técnico”, en Mito y pensamiento en la Grecia antigua (1973), Ariel, Barcelona, 1983-1993; y Vidal-Naquet, Pierre, Le chasseur noir. Formes de pensée et formes de societé dans le monde grec, 1981, (Formas de pensamiento y formas de sociedad en el mundo griego, ediciones Península, Barcelona, 1983). © Los autores, 2001; © Edicions UPC, 2001.