30. Y Juan extendiendo la mano tocó la mano del maestro y
dijo: ¿Quién de nosotros es tan depravado que pueda entregar
a su Señor?
31. Y Judas dijo: Señor; ¿soy yo?
32. Y Jesús dijo: Es el que ahora tiene la mano con la mía en el
plato. Todos miraron y vieron que la mano de Judas estaba con
la mano de Jesús en el plato.
33. Y Jesús dijo: Los profetas no pueden errar. El hijo del
hombre tiene que ser entregado, pero infortunio para aquel que
entregue a su Señor.
34. Y en el instente Judas se levantó de la mesa. Su hora había
sonado.
35. Y Jesús le dijo: Haz pronto lo que vas a hacer. Y Judas salió
y se fue.
36. Y cuando la cena hubo terminado, el Señor con los once se
sentó por algún tiempo en pensamiento silente.
37. Entonces Jesús tomó un pan que no había sido comenzado
y oró: Este pan es símbolo de mi cuerpo. El pan es símbolo del
pan de la vida.
38. Y así como despedazo este pan, así mi carne sería
despedazada como prototipo para los hijos de los hombres.
Porque los hombres deben abandonar libremente sus cuerpos
en sacrificio voluntario por otros hombres.
39. Y así como coméis este pan así comeréis el pan de la vida y
nunca moriréis. Y entonces dió a cada uno un pedazo de pan
para que lo comieran.
40. Y entonces tomó la copa de vino y dijo: Sangre es vida. Esta
es la sangre, vida de la uva. Es el símbolo de la vida de aquel
que da su vida por los hombres.
41. Y así como bebéis este vino, si lo bebéis en fe, beberéis la
sangre del Cristo.
42. Y entonces gustó y pasó la copa y los discípulos gustaron.
Y Jesús dijo: Esta es la festividad de la vida, el gran paso
(pascua) al otro lado, del hijo del hombre. La cena del Señor. Y
vosotros con frecuencia comeréis el pan y beberéis el vino.
43. De hoy en adelante este pan será llamado el pan del
Recuerdo; este vino será el vino del Recuerdo y cuando comáis
este pan y bebáis este vino, recordadme.