51. Dios es el único Juez de los hombres. Pero lo que os he
dicho os acusará en el día cuando Dios juzgue al mundo.
52. Porque de mí nada puedo decir. Hablo las palabras que Dios
me da para que las hable.
53. Y entonces dijo: Jerusalem, con todas tus glorias y tus
crímenes, adiós.
Capítulo 157
Los cristianos en el monte de los Olivos. Jesús profetiza la
destrucción de Jerusalem y los terribles desastres que marcarán la
terminación de esa edad. Exhorta a sus discípulos a fidelidad.
1. Entonces Jesús y los doce ascendieron y se sentaron en el
Monte de los Olivos, exactamente afuera de la puerta de la
ciudad.
2. Y sus discípulos dijeron: Mira la admirable ciudad de
Jerusalem. Cuan hermosos son sus hogares, sus templos y sus
tabernáculos; están vestidos de tanta magnificencia.
3. Y Jesús dijo: Esta ciudad es el orgullo de un pueblo, Israel,
pero he aquí que el tiempo vendrá en el que todas sus piedras
se derrumbaran y ella será la rechifla y el objeto de las burlas de
las naciones de la tierra.
4. Y los discípulos preguntaron: ¿Cuando sobrevendrá esta
desolación?
5. Y Jesús dijo: La presente generación de vida humana no
terminará cuando los ejércitos del conquistador atronarán a sus
puertas y entrarán, y la sangre conexa como agua por sus
calles.
6. Y todos los adornos y muebles preciosos del templo, de la
corte y de los palacios serán destruidos o conducidos para
adornar los palacios y las cortes de reyes.
7. Mirad que esos días no están a la mano. Antes que ellos
vengan, he aquí que vosotros seréis maltratados por los
escribas y los fariseos, los sumos sacerdotes y los doctores de
la ley.
8. Sin causa seréis arrastrados a los tribunales, seréis
apedreados, seréis golpeados en las sinagogas, seréis
acusados ante los gobernantes de la tierra y los reyes os
sentenciarán a pena de muerte.
9. Pero no vacilaréis, sino que daréis testimonio de la verdad y
de la justicia.
10. En esos momentos no os angust