17. Y si no les enseñamos mientras podemos, la marea
cambiará.
18. Quizá no quieran ellos oír la verdad en otra ocasión. Si es
así, decidme: ¿De quién será la responsabilidad?
19. De modo que continuó enseñando y curando.
20. En la multitud había hombres de todo matiz de pensamiento.
Estaban divididos en su apreciación de todo que decía Jesús.
21. Algunos veían en él un Dios y gustosos le habrían adorado,
otros veían en él un demonio de un plano muy inferior y
gustosos le habrían arrojado a un abismo.
22. Algunos trataban de vivir una vida doble, como camaleones
que ajustan su color al color del terreno en que están.
23. Esta clase de gentes, sin anclaje alguno, son amigos o
enemigos, según sean sus conveniencias.
24. Y Jesús dijo: Ningún hombre puede servir a dos patrones al
mismo tiempo. Ningún hombre puede ser al mismo tiempo
amigo y enemigo.
25. Todo hombre está elevándose o hundiéndose, construyendo
o destruyendo.
26. Si no estamos recogiendo el grano precioso, lo estamos
desperdiciando.
27. Es un cobarde quien pretende ser amigo o enemigo, por
complacer a otro hombre.
28. Vosotros hombres no os engañéis a vosotros mismos en
pensamiento; vuestros corazones son conocidos.
29. La hipocresía agosta el alma tan seguramente como la
respiración de Beelzebuth. Un hombre honrado es más
estimado por guardianes del alma que un piadoso hipócrita.
30. Si habéis de maldecir al hijo del hombre, maldecidlo en alta
voz.
31. La maldición es veneno para el hombre interior, y si
vosotros meditáis y tragáis una maldición, ella nunca se
digerirá sino que envenena cada átomo de vuestra alma.
32. Y si pecáis contra el hijo del hombre, podéis ser perdonados
y limpiados de vuestra culpa por actos de bondad y de amor.
33.
Pero
si
pecáis
contra
la
Santa
Respiración
menospreciándola cuando ella quiere abrir las puertas de la
vida,