11. La mente finita no puede comprender cosas infinitas. De allí
que no pueda hacer una imagen de lo Infinito en Fuerza.
12. De modo que cuando hace un Dios de piedra, de madera, o
de barro, hace una imagen de una sombra. Y quien adora una
sombra, él mismo es sombra.
13. De allí que Dios en su bondad dijo: No harás imágenes de
madera, de barro o de piedra.
14. Tales ídolos son imaginaciones bajas. Y el hombre no puede
ganar planos más altos que los que son sus imaginaciones.
15. Dios es Espíritu. Y el hombre ha de adorar en espíritu si ha
de adquirir conciencia de Dios.
16. Pero el hombre nunca puede hacer una pintura o imagen de
la Santa Respiración.
17. El nombre de Dios no puede pronunciarlo el hombre con los
labios físicos. Sólo con Santa Respiración puede el hombre
pronunciar el nombre.
18. En su vanidad cree el hombre que sabe el nombre de Dios; e
irreverente y volublemente, lo pronuncia, acarreándose a sí
mismo maldiciones.
19. Si el hombre llegara a saber el nombre sagrado y lo
pronunciara con labios no santos, no viviría el tiempo necesario
para repetirlo.
20. Dios, en su bondad, no ha descorrido el velo de su nombre a
aquellos que todavía no pueden hablar con la Santa
Respiración.
21. Mas aquellos que pronuncian el substituto irreverentemente
son responsables de este acto a la vista de Dios que dijo:
22. No tomarás el nombre de Dios en vano.
23. El número de la Santa Respiración es siete, y Dios retiene en
su mano los siete del tiempo.
24. Al formar el universo descansó en el séptimo día. De allí que
cada séptimo día fue separado como sábado para los hombres.
Dios dijo:
25. El séptimo es sábado del Señor tu Dios. Recuérdalo y
sepáralo para obras de santidad, es decir, para obras del ego
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