39. Pero aquel que escucha a Dios, que obedece sus leyes, que
hace su voluntad en la tierra, gobernará con Cristo.
40. Los escribas y los fariseos se preocupan de la letra de la
ley: no pueden comprender el espíritu de la ley.
41. Y si vuestra comprensión y directiva no son más amplias
que la de los escribas y fariseos, no podéis entrar al reino del
alma.
42. No es la acción externa la que da al hombre el derecho de
entrar los portones del reino; la palabra de pase es el carácter; y
su deseo es su carácter.
43. La letra de la ley, se ocupa de las acciones externas del
hombre, el espíritu de la ley se ocupa de sus deseos.
Capítulo 96
Continuación del Sermón de la Montaña. Jesús considera los Diez
Mandamientos. La filosofía del Cristo es el espíritu de los
Mandamientos. Jesús desarrolla los aspectos espirituales de los
primeros cuatro Mandamientos.
1. Dios dio los Diez Mandamientos al hombre; sobre la montaña
Moisés vio las palabras de Dios, y Moisés las escribió en roca
sólida: no pueden destruirse.
2. Estos Diez Mandamientos muestran el lado de justicia de
Dios; más ahora el amor de Dios hecho manifestación trae, en
las alas de la Santa Respiración, la merced.
3- Sobre la unidad de Dios fue erigida la ley. En todo el universo
no hay sino una sola fuerza; Jehovah es Dios de Omnipotencia.
4. Jehovah escribió en los cielos y Moisés leyó:
5. Yo soy el Dios Todopoderoso y no tendrás otro Dios sino a
mí.
6. Hay una sola Fuerza, pero muchas faces de esa fuerza. Estas
faces son llamadas por los hombres poderes.
7. Todos los poderes son de Dios, y son manifestaciones de
Dios y son los espíritus de Dios.
8. Si los hombres al parecer pudieran encontrar otra Fuerza y
adorarla, simplemente adorarían una ilusión, el vacío.
9. Una sombra del Uno, Jehovah, Dios; y quienes adoran
sombras, no son sino sombras reflejadas en la muralla. El
hombre es lo que él adora.
10. Dios quiere que todos los hombres sean la substancia. Por
eso, en su merced comandó: No buscarás a otro Dios que yo.