33. Juntos pasaron de la gruta de la belleza, y en el salón de los
banquetes se sirvió una fiesta, de la que fue Jesús el huésped
de honor.
Capítulo 54
Jesús llega a ser el discípulo privado del Hierofante y se le enseñan
los misterios de Egipto. Pasando la séptima prueba, trabaja en la
Cámara de la muerte.
1. Ahora se abrió para él el curso superior de estudio, y Jesús
entró y llegó a ser discípulo privado del Hierofante.
2. Aprendió los secretos de la ciencia mística de la tierra de
Egipto; los misterios de la vida y de la muerte y de los mundos
más allá del círculo del sol.
3. Cuando hubo concluido los estudios todos del curso
superior, fue a la Cámara de la Muerte, para que pueda aprender
los métodos antiguos de conservar de la decadencia los
cuerpos de los muertos; y allí trabajó.
4. Y los acarreadores trajeron el cuerpo del hijo único de una
viuda, para que fuera embalsamado; la madre le seguía de cerca
llorando; su pesar era grande.
5. Y Jesús dijo: Buena mujer, seca tus lágrimas; no está
siguiendo sino una caja vacía; tu hijo no está en ella.
6. Lloras porque tu hijo ha muerto. Muerte es una palabra cruel;
y tu hijo nunca puede morir.
7. Tuvo una tarea que hacer en forma corpórea; vino; la hizo y
entonces dejo a un lado la carne; no la necesitaba más.
8. Más allá de lo que tu ojo humano puede ver, tiene otro trabajo
que hacer, y lo hará bien, y entonces pasará a otras tareas y, a
su tiempo, adquirirá la corona de la vida perfecta.
9. Y lo que tu hijo ha hecho, y lo que tú también tienes todavía
que hacer, todos nosotros tendremos que hacerlo.
10. Ahora bien, si tú albergas pesares y das rienda suelta a tus
tristezas, ellos crecerán cada día más grandes. Absorberán tu
vida hasta que al final no serás nada sino pesares humedecidos
con lágrimas amargas.
11. En lugar de ayudarlo, con tu dolor profundo estás
apesadumbrando a tu hijo. El busca tu solaz como siempre lo
ha buscado; esta contento cuando tú estás contenta; está triste
cuando estás triste.
12. Entierra pues tus aflicciones, sonríe al pesar, y piérdete a tí
misma ayudando a secar las lágrimas de los demás.