ORGANIZACIÓN CELULAR DE LA VIDA
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Fig. 4.8 continuación
de transporte facilitado, los portadores se combinan
con pequeñas moléculas o iones que abundan en una
superficie de la membrana y forman con ellas un complejo; después, este complejo se desplaza en favor de su
gradiente de concentración hasta la otra superficie, donde los portadores liberan la molécula transportada. En los
sistemas de transporte activo el sistema portador puede
ser una enzima (permeasa) que sufre cambios en su conformación ai combinarse con la molécula transportada,
pero recupera su forma original al descargarla. Sin embargo, a diferencia de los portadores del transporte facilitado, este complejo puede desplazarse en contra de los
gradientes de concentración de la sustancia. La enzima
ATPasa ha sido señalada como portador enzimático en el
transporte de Na+ y K+ a través de la membrana.
Los portadores específicos para el transporte de
iones se conocen como lonóforos.
EJEMPLO 3 El antibiótico valinomicina nos ofrece un
ejemplo didáctico de la acción de los ionóforos. Esta
molécula orgánica se combina con K+ y o Na+ para formar un
pequeño círculo con una región polar interior y un anillo
hidrofobia» exterior. Esta configuración genera un punto de
apoyo interno para el ion, mientras que el complejo en su
totalidad atraviesa fácilmente la región hidrofóbica de la
membrana.
Por lo general, las sustancias de dimensiones
macromoleculares no penetran la membrana. Sin
embargo, la célula puede introducir partículas voluminosas mediante un fenómeno de transporte masivo llamado
endocitosis. Tales partículas se fijan a receptores especializados presentes en la membrana. Primero, el complejo membrana-partícula se alarga e invagina, luego se
estrangula y desprende para formar vesículas en el citoplasma. El englobamiento superficial de estructuras voluminosas —por ejemplo bacterias— efectuado por los
protozoarios y los leucocitos es un tipo de endocitosis denominado fagocitosis (Fig. 4.9a). La pinocitosis es una
forma de endocitosis en la que las partículas son relativamente pequeñas; muescas minúsculas presentes en la
superficie celular permiten el ingreso de las partículas y
del líquido que las rodea, las cuales son acumuladas posteriormente en diminutas vacuolas o vesículas situadas
en el extremo ciego de la muesca (Fig. 4.9b). Muchas de
las vesículas resultantes de la pinocitosis presentan un
recubrimiento hirsuto al empezar a formarse. Es probable
que este recubrimiento, integrado por un conjunto sumamente ordenado de proteínas, participe en la interacción de las vesículas con otros componentes de la
citoestructura.
En la exocitosis, las sustancias encerradas dentro
de una vesícula membranosa son conducidas hacia la
membrana superficial. Ahí, la vesícula se fusiona con
ésta, reventándose para liberar en el exterior la partícula
que encerraba. Asimismo, la exocitosis permite desalojar
materiales de gran tamaño que la célula ya no necesita e
inclusive las sustancias que produce para ser utilizadas
en otras partes del organismo.