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LOS PRIMATES 413 aceptan la separación entre los simios menores y los grandes simios. El gibón es un ejemplo de simio menor. Los grandes simios son el orangután {Pongo), el chimpancé (Pan) y el gorila (Gorilla). Existen dos especies de chimpancé, pero el gorila y el orangután son las únicas especies de sus respectivos géneros. Los seres humanos modernos también son una sola especie del género {Homo sapiens). Los fósiles de simios primitivos más antiguos que se conocen datan de hace unos 35 millones de años. Esos simios fueron denominados Aegyptopithecus, "el simio de los albores". Puesto que el linaje así establecido fue ni más ni menos que la línea de los homínidos, se considera que estos simios primitivos fueron el ancestro común de los simios modernos y los seres humanos. Antes se pensaba que la divergencia entre los simios y los seres humanos había ocurrido hace más de 10 millones de años. Sin embargo, teorías más recientes sugieren que esa divergencia ocurrió hace apenas 6 millones de años. EJEMPLO 4 Es muy común considerar que todos los simios pertenecen a un solo grupo muy independiente del de los seres humanos. Esto parece justificarse al efectuar un análisis de sus características morfológicas. Sin embargo, ia perspectiva cladística (estudio molecular de la ramificación evolutiva) de los primates avanzados sugiere que el gibón se .apartó de la línea de los homínidos hace casi 12 millones de años y que el orangután hizo lo propio hace unos 10 millones de arlos. Las pruebas de esa divergencia se obtuvieron mediante el análisis de !as diferencias de estructura proteínica que hay entre los simios actuales. Con todo, ese tipo de pruebas no goza de aceptación universal como medida del intervalo de separación entre esos dos grupos. Por otra parte, si se aceptan las pruebas de "datación", la distancia entre el ser humano y ¡os gorilas y chimpancés es menor que entre estos simios y el gibón o el orangután. En la actualidad esta es una posición minorista, mas poco a poco se están acumulando pruebas a favor del análisis cladístico. El establecimiento y el rastreo evolutivo del linaje de los homínidos han sido muy difíciles, mas no por falta de pruebas. Por el contrario, se trata del desconcierto resultante da la abundancia de descubrimientos fósiles, que complican el cuadro y fomentan controversias entre paleoantropólogos (científicos que estudian al ser humano a través del análisis de fósiles) rivales. Hace tiempo se suponía que un fósil denominado Procónsul era el ancestro común de los simios y los seres humanos. Hoy día se piensa que Procónsul pertenece más bien al linaje de los simios. 33.2 CARACTERÍSTICAS DE LOS PRIMATES La expansión inicial de los prosimios fue hacia los árboles. Modificaciones subsecuentes de esos antiguos prosimios ancestrales dieron a sus descendientes mayor aptitud para llevar una existencia arborícela. Las flexibles articulaciones escapulares de la mayor parte de los monos y los simios les permiten columpiarse de una rama a otra. Esta locomoción tipo "péndulo móvil" fue denominada braqulación (del latín brachium, "brazo") por Sir Arthur Keith, quien se percató de la gran eficacia de ese mecanismo en los medios selváticos. Otra modificación fue la "migración" de los ojos hacia el centro de la cara. Esto permite a los primates superponer las imágenes de ambos ojos y eso se traduce en profundidad de percepción visual, fenómeno indispensable para todo animal que viva e n sitios a gran altura. Otro requisito para supervivencia en los peligrosos sitios de anidación entre las ramas de los árboles fue un intenso y prolongado periodo de cuidado para las pocas o la única cría que tiene cada hembra. Incluso los primates que como el ser humano ya descendieron de les árboles siguen prodigando esos cuidados a sus hijos. La mayoría de los primates pueden afianzar objetos con su poderoso y flexible dedo mayor del pie, pero esa capacidad ya se perdió en los grupos bípedos erectos como el ser humano. Sin embargo, casi todos los primates y en particular los de evolución más reciente tienen manos con pulgar oponible, lo cual no sólo les permite sujetar objetos, sino realizar una variedad de acciones relacionadas con la manipulación del medio. Es muy factible que esta capacidad, aunada al notable desarrollo de la neocorteza (cerebro), sea lo que ha conferido a los simios y en particular al ser humano su máximo talento para sobrevivir. En el caso de los primates erectos, tener las manos libres para realizar actividades que van desde la confección de instrumentos y utensilios hasta hacer el amor se convirtió en terreno fértil para el surgimiento de complejas interacciones grupales y, en última instancia, para el desarrollo de una cultura. Estas características sociales fueron fomentadas por el enorme tamaño y las numerosas circunvoluciones del cerebro de los homínidos. En estos ocurrió una expansión muy notoria de la capacidad de asociación, del habla y de los movimientos motores finos. 33.3 LA HUMANIDAD Y SU DESTINO Primero en África y luego en Europa y Asia se descubrieron un gran numera de criaturas fósiles de aspecto simiesco. Estos primates prosperaron durante varios millones de años y se cree que ellos o sus descendientes se convirtieron en los simios y ¡os seres humanos modernos. La divergencia de este grupo, llamado de los driopitécidos ("simios arborícolas"), dio por resultado la formación de varios géneros. Uno de ellos, Ramapithecus, vivió hace unos 10 millones de años. Puesto que tienen algunas características hominoides, muchos antropólogos opinan que esos homínidos fueron un ancestro específico del ser humano. Sin embargo, otros rechazan