Evolución: el proceso
En el sentido más amplio, evolución es el concepto según el cual el mundo entero de la realidad se encuentra
en estado de cambio continuo. El proceso es primario y
el flujo (cambio constante) es universal. Esta realidad en
constante cambio puede entenderse mejor si se estudian
las fuerzas que promueven dicho cambio.
EJEMPLO 1 La faz de la tierra se transforma gradualmente. Mientras que en algunos sitios surgen nuevas cadenas montañosas, en otros sitios astas se erosionan. La
comprensión de las fuerzas de erosión permite explicar el
deterioro de las viejas cadenas montañosas. La interesante
teoría sobre la deriva de los continentes arroja luz sobre la
formación de nuevas cordilleras y explica, a través del movimiento de las placas tectónicas, muchas de las turbulencias
que se suscitan en las regiones limítrofes de estas placas
geológicas o masas de tierra. (Consúltese a Beiser, Ciencias
geológicas, Cap. 11, Schaum Outline Series.)
Tal como se aplica en biología, el concepto de evolución sostiene que las diferentes formas de vida existentes en la actualidad llegaron a ser lo que hoy son a través
de un proceso de modificación gradual y continua de formas de vida ancestrales. Este proceso de "descendencia
con modificaciones" no conduce a un producto final terminado. La evolución transforma a todos los seres vivientes
y lo continuará haciendo en el futuro de la misma manera
que en el pasado y en el presente. Además, todos los seres vivos tienen una historia evolutiva, por lo que cabe
decir que los protistas están tan evolucionados como los
seres humanos, sólo que el tipo específico de modificaciones producidas son completamente diferentes en cada
línea ancestral.
25.1 BREVE HISTORIA DEL CONCEPTO DE
CAMBIO DE LOS ORGANISMOS
No hay teoría que integre mejor nuestros conocimientos
acerca de la diversidad de los organismos vivos, de sus
relaciones y grados de parentesco y de su interacción
con un medio cambiante que la de la evolución. Aunque
llamada teoría de la evolución, es aceptada por muchos
biólogos como un hecho. Entre ellos persisten algunas
controversias en relación con los mecanismos precisos
de cambio y al ritmo de la evolución, pero el consenso es
virtualmente completo en cuanto a su existencia.
ANTES DE DARWIN
Aunque la evolución orgánica no era un concepto desconocido para los antiguos filósofos griegos, tampoco era
un punto de vista predominante. Según el idealismo de
Platón, cada especie era permanente y existía como un
arquetipo perfecto o representación ideal. En la naturaleza, los organismos individuales eran realizaciones imperfectas de ese arquetipo. Para Aristóteles, cada especie
correspondía a una jerarquía única de complejidad progresiva. Esta "escala natural" era una burda simplificación de la naturaleza de la vida, pero la idea se mantuvo
en la historia natural hasta el siglo xvni. Sin embargo, Lucrecio, un filósofo romano que se nutrió con el pensamiento griego, ya sugería la posibilidad de que ocurrieran
cambios graduales en los seres vivos.
Georges-Louis Leclerc de Buffon (1707-1788) fue
el primero de los naturalistas serios de la era moderna en
desarrollar un concepto de la evolución de las formas vivientes. Él menospreciaba los esquemas de clasificación
de naturalistas como Carolus Linnaeus (1707-1778), que
recalcaban la existencia de formas fijas que encajaban
en huecos naturales permanentes. Buffon aceptó que las
especies cambian y utilizó sus descubrimientos de anatomía comparada (órganos rudimentarios, etc.) para reforzar sus observaciones de fluidez en las especies.
Erasmus Darwin (1731-1802) también postuló que las especies cambian, principalmente a través de modificaciones de los individuos ocurridas durante el transcurso de
su vida y que son transmitidas a sus descendientes. Estas ideas del abuelo de Charles Darwin fueron precursoras de los mecanismos de evolución más generales
postulados por Lamarck.
George Cuvier (1769-1832) creyó firmemente en la
estabilidad de las especies. No obstante, sus contribuciones teóricas y prácticas a la biología fueron sumamente