Test Drive | Page 261

248 INMUNOLOGÍA fueron identificadas como "amistosas"; el órgano trasplantado, que estuvo ausente durante ese periodo de "etiquetado", ahora se considera "ajeno". La otra explicación alternativa —es decir, que de alguna manera el órgano se volvió "ajeno" durante su estancia en el cuerpo del receptor— puede descartarse ante el hecho de que si se conserva una parte del órgano en el donador, la mitad reintroducida no será considerada ajena, lo cual implica que no sufrió transformación alguna. A pesar de que aún se desconoce el mecanismo que permite a los linfocitos identificar a su propio organismo, algunas pruebas sugieren que en ese fenómeno intervienen las células Τ supresoras. En algunos casos raros, el cuerpo pierde su sentido de autoidentificación y el sistema inmune empieza a dirigir el fuego de sus baterías de anticuerpos contra las células del propio individuo. Este fenómeno es la causa de las enfermedades autoinmunes. En la artritis reumatoide, una infección bacteriana puede provocar la formación continua de anticuerpos contra el tejido linfoide de las articulaciones. El lupus eritematoso es una enfermedad autoinmune generalizada del tejido conectivo. 18.10 Existen dos sistemas independientes de MHC. En la superficie de todas las células, excepto en las del sistema inmune, hay moléculas clase I de una configuración específica. Se trata de un tipo de identificación distintivo que representa a una variedad de antígenos codificados por un sistema de control genético muy flexible. Todas las células de un organismo cualquiera poseen un conjunto similar de esas proteínas superficiales. Dichas proteínas son los principales códigos de lo "propio". Sólo las células que se vuelven cancerosas ad quieren un conjunto de antígenos diferente, lo cual las identifica como disidentes; en tales circunstancias, son atacadas por segmentos del sistema in mune como los linfocitos T. Los antígenos clase II del MHC sólo se observan en las células del siste ma inmune. ¿Por qué existirá esa dicotomía? Al parecer, los antígenos clase II funcionan como componentes de un intrincado sistema de comunicación que permite una estrecha interacción de los linfocitos B, los tres tipos de linfocito T, las células cebadas y las distintas clases de macrófagos. En un sistema en el que existen estimulación —por ejemplo la activación de los linfocitos Β por las células Τ auxiliares— y modulación —como en la inhibición de la respuesta inmune por las células τ supresoras— es necesaria la presencia de un sistema íntimo, rápido e independiente para garantizar una respuesta adecuada dentro del sistema inmune. 18.11 Un mecanismo a través del cual el retrovirus HIV puede inducir el SIDA es la destrucción del sitio de identificación de las células Τ auxiliares. ¿Por qué son tan devastadores los efectos de este fenómeno? Según parece, las células Τ auxiliares pierden su capacidad para identificar a otros linfocitos Β y T, de modo que ya no pueden activarlos. Por consiguiente, las respuestas inmunes humoral y celular disminuyen y el cuerpo se torna vulnerable a las infecciones. 18.12 Suponga que una mujer con sangre tipo O de manda a un varón con tipo sanguíneo AB como presunto padre del hijo de ella. Si el pequeño también tiene sangre tipo O, ¿es posible que el hombre en cuestión lo haya engendrado? La respuesta es no. Son tres los ale los que controlan el antígeno del tipo sanguíneo presente en la superficie de los eritrocitos. Los anticuerpos del plasma deA penden de los antígenos del eritrocito. Los alelos / e B / producen, respectivamente, los antígenos A y Β de los glóbulos rojos. El alelo / es recesivo y no produce antígeno alguno. Como se aprecia en el cuadro 18.1, A A el tipo A puede ser resultado de dos genotipos: / / ο A B B B A B / i. El tipo Β es generado por / / o / i. El genotipo / / produce el tipo codominante (incompletamente dominante) AB, mientras que el genotipo ii tiene como resultado el tipo O. Los individuos con sangre tipo O son donadores universales porque no tienen antígenos que puedan ser aglutinados, mientras que los de sangre tipo AB son receptores universales por carecer de anticuerpos que reaccionen con los antígenos exóticos. El padre en cuestión es tipo AB, de modo que A B sólo puede producir gametos con los alelos / o / Estos alelos, al combinarse con los gametos con el alelo i de la madre, sólo pueden producir descendientes tipo A o tipo B, ya que ambos gametos tienen que ser portadores del alelo / para que se observe el fenotipo O en el hijo. 18.13 Se decidió que Charles Chaplin sí era el padre del hijo tipo Β de Joan Barry. Barry era tipo A y Chaplin tipo O. ¿El veredicto fue correcto? ¿Cuál era el genotipo de Barry? ¿Cuál era el genotipo del pequeño? Puesto que Barry era tipo A no cabía la posibilidad B de que produjera el gameto / necesario para transmitir el tipo Β al niño. Por tanto, debió ser el padre el que aportara ese alelo, lo cual era imposible para Chaplin, quien al ser tipo O sólo podía producir gametos con el alelo i. Por consiguiente, Chaplin no pudo ser el padre. A A Barry, al ser tipo A, podía tener genotipo / / o A / i; no obstante, si hubiera tenido el primer genotipo sólo hubiera podido transmitir a su hijo tipo Β un gaA meto / y, dado que el verdadero padre aportó un B gameto / el pequeño hubiera sido tipo AB. Por A tanto, el genotipo de Barry debió ser / i mientras B que el del pequeño debió ser / i