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NUTRICIÓN ANIMAL 223 través de la barrera cefalosanguínea. El oro se aloja especialmente en el centro de saciedad del hipotálamo y destruye así la Inhibición de la alimentación, de modo que los animales comen patológicamente en demasía. Desde luego, estos modelos de obesidad no se observan en los seres humanos pero nos permiten ver los mecanismos hipotalámicos que controlan la alimentación. La primera forma genética de obesidad se descubrió en 1949 en una cepa de ratones (llamada C57 B1/6Job) en los Laboratorios Jackson de Bar Harbor, Maine. Estos ratones alcanzaban pesos de más de 100 g, lo cual representa un 250% del peso de sus compañeros de carnada normales. Los hígados de los ratones obesos estaban repletos de Ifpidos, exhibían una diversidad de modificaciones en sus enzimas metabólicas y sus glándulas endocrinas principales se comportaban de manera aberrante. Paradójicamente, tenían una hiperglucemia muy marcada pero producían altas concentraciones de insulina circulante. Aunque su obesidad es completamente diferente a la mayor parte de los tipos de obesidad humana, estos ratones hiperglucémlcos y obesos ayudaron a demostrar que existe la posibilidad de una influencia genética sobre la obesidad. Se han observado otros tipos de obesidad genética en ratas, perros y ponis Shetland. La mayoría de los expertos dedicados al tratamiento de este trastorno alimenticio reconocen lo difícil que es aminorar una compulsión firmemente arraigada de ingerir más calorías de las que se gastan. Los factores psicológicos son cruciales en la mayor parte de los casos y por ello es que en los últimos años se ha venido recalcando cada vez más la modificación de la conducta a través de grupos como Weight Watchors. Sin embargo, a fin de mantener la salud no debe perderse de vista una dieta balanceada. Quizás la única manera sensible y eficaz de normalizar el peso sea una lenta pero continua modificación de los hábitos alimenticios esenciales, acompañada por un aumento de la actividad física. En situaciones excepcionales la obesidad tiene como causa anormalidades en el funcionamiento de la hipófisis y la tiroides, pero casi todos los casos de obesidad que empiezan en la edad adulta se deben a malos hábitos nutricionales. Científicos expertos en nutrición como Jules Hirsch de la Rockefeller University han hecho hincapié en que los patrones de alimentación establecidos en los primeros años de la vida pueden tener efectos particularmente cruciales sobre el posible desarrollo de obesidad años después. El número y condición de los adipocitos pueden mediar estos efectos. Un descubrimiento recientemente efectuado en ratones con obesidad genética es que sus células adiposas producen cantidades anormalmente bajas de la proteína adipslna. Se especula que la adipsina puede actuar como hormona y que influye sobre el encéfalo o sobre el metabolismo de otros tejidos. 16.14 En su país, los japoneses cuentan con una frecuencia muy baja de ataques al corazón y de hipertensión arterial. Cuando sus descendientes se establecen en Estados Unidos —y a pesar de que casi nunca se casan con miembros del resto de la población en las primeras generaciones—, muy pronto empiezan a mostrar un incremento de la frecuencia de ataques cardiacos y de hipertensión. Esta tendenci a surge en un lapso de tan sólo dos generaciones. ¿Qué conclusiones pueden extraerse de estos hechos? Dado que casi no hay matrimonios entre los inmigrantes japoneses recién llegados a Estados Unidos y miembros de otras razas o nacionalidades, cabe suponer que existe una razonable similitud entre la constitución genética de sus hijos y la de los japoneses que viven en Japón. La conclusión debe ser que las influencias nutricionales de los norteamericanos, el estrés social, etc. son causa de los cambios negativos ocurridos en el grupo de japoneses inmigrantes. Por otro lado, si es posible adquirir hábitos destructivos al cambiar de ambiente, el sentido común indica que la modificación positiva de los patrones alimenticios, del cuidado de la salud y de otros factores podría mejorar la salud y la longevidad de la población. Problemas complementarios 16.15 El colmillo de una serpiente venenosa es un diente modificado. a) Verdadero, b) Falso. 16.16 Las muelas del juicio son incisivos, a) Verdadero, b) Falso. 16.17 El ser humano tiene aparato digestivo bidireccional. a) Verdadero, b) Falso. 16.18 La principal función del estómago es el almacena miento de alimento. a) Verdadero. í>) Falso.