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Homeostasis 15.1 REPASO Las células vivas, al igual que los organismos pluricelulares de mayores dimensiones, sólo funcionan adecuadamente dentro de una gama bastante estrecha de condiciones. Si la temperatura dentro de una célula excede los 60°C, la célula suspende sus funciones vitales. Si las temperaturas son todavía más altas, los lípidos y las proteínas de la célula se degradan y la célula se desintegra. Cuando las temperaturas son exageradamente bajas, la congelación y la formación de cristales de hielo ponen en serio peligro la integridad funcional y hasta la estructura de las células. Así como los extremos de temperatura amenazan la vida de la célula, lo mismo ocurre con las alteraciones en el pH, en la concentración de iones, en los niveles de azúcares, etc. No es difícil percatarse de que las moléculas complejas, dispuestas de maneras específicas para realizar una variedad de funciones interrelacionadas, sólo pueden hacerlo si se encuentran en el medio adecuado. El microambiente de la célula depende de la membrana celular. Las características de permeabilidad de dicha membrana determinan cuáles iones entran, qué sustancias salen y cuáles serán las condiciones interiores resultantes de la índole selectiva de la membrana en cada ambiente particular. Las células que están perfectamente adaptadas a un hábitat determinado exhiben la capacidad de controlar las fluctuaciones de su compartimiento interno para asegurar de ese modo un grado razonable de constancia. El mantenimiento de esa constancia se denomina homeostasis. En el mundo vivo, la constancia no es un fenómeno estático, sino un proceso dinámico. Las fuerzas que tienden a reforzar un carácter determinado o a elevar la concentración de cierta sustancia están equilibradas con las fuerzas que tienden a debilitar ese carácter o a reducir la concentración de la sustancia. Dentro de todos los organismos, el balance interno se mantiene gracias a un "equilibrio" dinámico. Ese balance o estado de equilibrio es la característica de mayor importancia en cuanto a la unificación de todos los aspectos fisiológicos (de funcionamiento) al nivel de las células, del organismo y hasta de la población entera. La homeostasis ha sido estudiada con mayor detalle en los animales pluricelulares, sobre todo en los vertebrados. Sin embargo, se trata de un fenómeno que opera en todos los niveles de la vida. Los procesos que mantienen la homeostasis se denominan mecanismos homeostáticos. Desde el punto de vista histórico, Hipócrates fue el primero en señalar que la enfermedad, es decir, la alteración de la salud, es rectificada (curada) por las fuerzas naturales. En este concepto del médico griego, quien escribió el juramento que prestan los médicos contemporáneos y que lleva su nombre, se reconoce la tendencia natural a oponerse a la anormalidad, a resistir los cambios patológicos. Sin embargo, fue a Claude Bernard (1813-1878) a quien se reconoció como el padre del concepto de la homeostasis. Este médico francés elevó la fisiología a la categoría de ciencia experimental mediante una serie de refinadas investigaciones de laboratorio realizadas a mediados del siglo pasado. Desde aquella época, en sus escritos recalcaba lo importante que es la constancia para el medio interno. Bernard estaba consciente de que todas las células del cuerpo están inmersas en un líquido que las nutre y las sostiene a la vez. La totalidad de esos líquidos tisulares, que están íntimamente relacionados con la sangre y la linfa (Cap. 17), integra lo que él llamó te milieu intérieur (el medio Interno). Bernard fue el creador de una célebre máxima que dice: "La fíxité du milieu intérieur est la condition de la vie libre", lo que puede traducirse así "la constancia del medio interno es indispensable para la vida libre". El término homeostasis fue utilizado por primera vez por Walter B. Cannon (1871-1945), fisiólogo norteamericano que se interesó particularmente en los movimientos del aparato digestivo y su control. En un extenso e ilustrativo ensayo titulado "The Wisdom of the Body" ("La sabiduría del cuerpo"), Cannon logró captar la esencia de la homeostasis: la adquisición evolutiva de una sabiduría metabólica que genera constancia interna. Cannon dio nombre a la constancia descrita por Bernard y profundizó el conocimiento que se tenía acerca de su índole dinámica. Además, describió los mecanismos homeostáticos que se oponen unos a otros para