DESARROLLO
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Fig. 11.7 Marchantía
de retorcimiento de los elaterios. Al desarrollarse, las esporas forman nuevos gametofitos.
REPRODUCCIÓN Y DESARROLLO EN LOS HELECHOS
En el helecho (Fig. 11.8), la fase predominante es la generación esporofítica. El gametofito existe solamente como un protalo muy delgado y en forma de corazón,
difícilmente visible, el cual presenta una muesca en su
extremo más ancho. Los helechos son monoicos (ambos
sexos están en una sola planta); tos arquegonios se
forman en la muesca y los anteridios un poco más atrás,
entre los rizoides, filamentos delgados que mantienen al
gametofito anclado al sustrato. No hay formación de
cálices con yemas ni de estructuras asexuales equivalentes a ellas.
Los espermatozoides liberados dentro de los anteridios deben nadar hacia los óvulos, situados dentro de los
arquegonios. El óvulo fecundado se desarrolla para convertirse en un esporofito que, como en Marchantía, en un
principio es parásito de los tejidos del arquegonio. Sin
embargo, poco después, desarrolla una raíz verdadera
que penetra en el suelo a mayor profundidad que los rizoides de la planta progenitura, se forman tallos y hojas
que sombrean el gametofito y, de ese modo, comienza la
vida del esporofito adulto.
En el envés de casi todas las hojas de los helechos
(o bien, en esporofilas modificadas), las células esporogenas diptoides sufren meiosis para producir tetradas de
esporas dispuestas dentro de esporangios (sacos con