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BIOLOGÍA
superior, llamado animal, está muy pigmentado, pero el
hemisferio vegetal inferior es mucho más denso y rico
en vitelo. Poco después de la fusión con el espermatozoide, los huevos se orientan de modo que el polo animal
queda hacia arriba. La meiosis, que había quedado suspendida en la metafase II, es activada por ei ingreso del
espermatozoide y se reanuda hasta completarse. Luego
ocurre la singamia (unión de los núcleos) y la primera división de segmentación habrá terminado dos a tres horas
después de la fecundación.
Las primeras divisiones de la segmentación son
completas, pero las células del hemisferio vegetal se dividen con un ritmo más lento. Por tanto, el número de células será mayor en el hemisferio animal. Las células de
este hemisferio, que son más pequeñas que las del
hemisferio vegetal, se denominan micrómeros. La fase
de blástula va acompañada por la aparición de cilios en
el embrión en desarrollo, de modo que éste puede girar
sobre sí mismo dentro del espacio perivotelino. El embrión está rodeado por la membrana vitelina; esta misma
membrana, en una fase previa, se desprendió del óvulo
para convertirse en la membrana de fecundación, una
eficaz barrera para evitar la adherencia de otros espermatozoides.
La gastrulación (formación del intestino) de la rana
es igual que la de todos los animales pluricelulares superiores: se forma un organismo tritubular alargado a partir
de una esfera con dos capas de células. Durante ese
proceso (Fig. 11.3), el importantísimo aparato digestivo
surge como la cavidad del tubo más interno, el endodermo. En el primer paso se forma una muesca en la superficie de una región llamada media luna gris. Las células
migran hacia adentro, penetrando por esa primera depresión en forma de hendidura llamada labio dorsal. La cavidad del arquenterón se conforma mediante una serie
de complicados movimientos y migraciones celulares.
Las primeras células que penetran más allá del labio dorsal, llegando al interior para constituir el techo del arquenterón, dan origen al cordamesodermo. De esas
mismas células se derivará la notocorda durante la fase
de néurula.
Poco más tarde, el labio dorsal se pliega hacia abajo en ambos lados, formando labios laterales; en última
instancia, esas hendiduras laterales vuelven a doblarse
en su región inferior y se encuentran para formar el labio
ventral, cerrando de ese modo el círculo e integrando el
blastoporo completo del arquenterón en continuo crecimiento. Un nutrido grupo de células llenas de vitelo
Fig. 11.3 Desarrollo en los anfibios