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146 BIOLOGÍA superior, llamado animal, está muy pigmentado, pero el hemisferio vegetal inferior es mucho más denso y rico en vitelo. Poco después de la fusión con el espermatozoide, los huevos se orientan de modo que el polo animal queda hacia arriba. La meiosis, que había quedado suspendida en la metafase II, es activada por ei ingreso del espermatozoide y se reanuda hasta completarse. Luego ocurre la singamia (unión de los núcleos) y la primera división de segmentación habrá terminado dos a tres horas después de la fecundación. Las primeras divisiones de la segmentación son completas, pero las células del hemisferio vegetal se dividen con un ritmo más lento. Por tanto, el número de células será mayor en el hemisferio animal. Las células de este hemisferio, que son más pequeñas que las del hemisferio vegetal, se denominan micrómeros. La fase de blástula va acompañada por la aparición de cilios en el embrión en desarrollo, de modo que éste puede girar sobre sí mismo dentro del espacio perivotelino. El embrión está rodeado por la membrana vitelina; esta misma membrana, en una fase previa, se desprendió del óvulo para convertirse en la membrana de fecundación, una eficaz barrera para evitar la adherencia de otros espermatozoides. La gastrulación (formación del intestino) de la rana es igual que la de todos los animales pluricelulares superiores: se forma un organismo tritubular alargado a partir de una esfera con dos capas de células. Durante ese proceso (Fig. 11.3), el importantísimo aparato digestivo surge como la cavidad del tubo más interno, el endodermo. En el primer paso se forma una muesca en la superficie de una región llamada media luna gris. Las células migran hacia adentro, penetrando por esa primera depresión en forma de hendidura llamada labio dorsal. La cavidad del arquenterón se conforma mediante una serie de complicados movimientos y migraciones celulares. Las primeras células que penetran más allá del labio dorsal, llegando al interior para constituir el techo del arquenterón, dan origen al cordamesodermo. De esas mismas células se derivará la notocorda durante la fase de néurula. Poco más tarde, el labio dorsal se pliega hacia abajo en ambos lados, formando labios laterales; en última instancia, esas hendiduras laterales vuelven a doblarse en su región inferior y se encuentran para formar el labio ventral, cerrando de ese modo el círculo e integrando el blastoporo completo del arquenterón en continuo crecimiento. Un nutrido grupo de células llenas de vitelo Fig. 11.3 Desarrollo en los anfibios