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El mecanismo de la herencia El hecho de que los niños se parezcan a sus padres es un ejemplo de la herencia. Gracias a ese fenómeno, los gatos y los perros tienen cachorros, mientras que la gente tiene bebés. En estos grupos de animales, ciertos caracteres (rasgos) hereditarios específicos de los progenitores aparecen en grados variables en los hijos. Los mecanismos de la herencia quedan englobados por el término moderno genética. 9.1 CONCEPTOS PREMENDELIANOS El folklore manifiesta las creencia que tenía el hombre primitivo acerca de la herencia. En algunas tribus aisladas no se establecía ninguna relación clara entre el coito humano o el de los animales y el embarazo o la preñez: Sin embargo, en Egipto y Babilonia se estaban efectuando cruzas selectivas de plantas y animales hace más de 2500 años. Cuando se descubrieron el espermatozoide (siglo XVII) y el óvulo (siglo XIX) se desató una estridente discusión acerca de la supuesta existencia de un diminuto ser humano que estaba preformado dentro de esos gametos. De ese modo, se suponía que los caracteres hereditarios estaban presentes desde antes de que ocurriera la fecundación. En fechas más recientes se popularizó la creencia de que los factores determinantes de la herencia estaban en la sangre. Se decía de los aristócratas que eran "de sangre azul" y se pensaba que los caracteres negativos eran el resultado de una "mala" sangre. Durante la Segunda Guerra Mundial la sangre de bs diferentes grupos étnicos era segregada porque aún persistía la creencia popular de que la raza y los factores étnicos tenían su origen en la sangre. Esta idea sigue siendo parte del léxico de la sociología popular. Aristóteles y Darwin creyeron por igual, cuando menos en parte, en la pangénesls, concepto según el cual los gametos contenían representantes, llamados gémulas, de todas y cada una de las partes del cuerpo y que eran invocadas para dirigir la construcción del nuevo individuo. Este "parlamento de partes genéticas" perdió fuerza como teoría al descubrirse que incluso los seres humanos que habían nacido cojos o mancos podían tener hijos perfectamente normales. 9.2 LEYES DE MENDEL Gregor Mendel nació en Austria en 1822 y después se convirtió en monje en un monasterio situado en lo que hoy día es Brno, Checoslovaquia (que entonces pertenecía al Imperio austro-húngaro). En ese lugar le concedieron un pequeño jardín para que realizara sus experimentos con el chícharo de olor. Los esfuerzos de Mendel por resolver los enigmas de la genética de su época tuvieron un éxito que rebasó, con mucho, sus más descabelladas fantasías científicas y, sin embargo, jamás se imaginó que había sentado los cimientos permanentes de lo que hoy conocemos como genética clásica. Fue después de la muerte de Mendel cuando sus observaciones y teorías se convirtieron en el fundamento aceptado de la genética moderna. En la época de Mendel se creía que la herencia era el resultado aditivo de las influencias maternas y paternas, de modo que ocurriría una mezcla de linajes similar a lo que se observa al combinar pinturas. Lo que Mendel demostró fue que la herencia se basa en la interacción de factores individuales pero separables; es decir, su teoría de la herencia era de segregación de partículas en vez de un proceso de combinación. Mendel fue un acucioso científico cuyo éxito se debió a muchos factores, pero especialmente a su cuidadosa cuantificación de los datos y a sus esmeradas anotaciones. Las plantas de chícharo son muy útiles para tos estudios de genética por varias razones: son baratas y fáciles de cultivar, producen descendientes en poco tiempo y tienen sus partes sexuales cubiertas por pétalos modificados, de modo que los procesos naturales de fecundación no alteran los resultados de un experimento cuidadosamente realizado. Se impregna el pistilo de una flor con el polen de una planta conocida; en última instancia, dicho polen hará que su núcleo espermático se una con el óvulo. Más tarde es posible analizar esa cruza genética. Mendel eligió para su estudio siete caracteres