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Anastasio Ovejero Bernal
En todo caso, el sesgo de autoservicio puede ser tanto adaptativo como
desadaptativo. Es adaptativo, pues sin este sesgo y sus excusas acompañantes, las personas con autoestima baja serían más vulnerables a la ansiedad y
a la depresión (Snyder y Higgins, 1988). Y es que creer en nuestra superioridad también puede motivarnos a lograr y sostener un sentido de la
esperanza en tiempos difíciles. Pero otras veces es desadaptativo. Con frecuencia, las personas que culpan a los demás de sus dificultades sociales
son más infelices que las que pueden reconocer sus errores. Además, si en
un grupo la mayoría de sus miembros se creen superiores a los demás, por
fuerza ello creará problemas al grupo.
Por otra parte, entre las críticas recibidas por los estudios sobre los sesgos de atribución está el que con frecuencia los toman como algo universal, inherente a la cognición humana, cuando son, más bien, productos
sociales, culturales e históricos. Por consiguiente, los psicólogos sociales
cognitivos deberían preocuparse más por estudiar la validez transcultural
de sus afirmaciones realizando estudios comparados con los que poder
confirmar o refutar la universalidad e invariabilidad de los procesos cognitivos descritos (véase Collier y cols., 1996).
Conclusión
Una atribución no es más que una creencia que alguien puede tener
acerca de la causa de un suceso. De ahí que debamos preguntarnos ante
todo por qué las personas mantienen tales creencias, es decir, qué funciones
cumplen. Entendiendo estas funciones estaremos en mejores condiciones de
entender también por qué se producen ciertos sesgos.
Por otra parte, un mismo hecho o un mismo fenómeno tendrá muy
diferentes repercusiones sobre la conducta y a veces hasta sobre la vida de
las personas según a qué causas atribuyan estas personas ese hecho o fenómeno. Pongamos el caso de un licenciado en psicología que lleva buscando
trabajo como psicólogo los tres años que hace que terminó la carrera.
Y aún no lo ha encontrado. ¿Cómo le afectará este hecho? ¿Cómo influirá
en su motivación y hasta en su vida? La respuesta que debemos dar en este
capítulo es que, al menos en parte, dependerá de las causas que elija para
explicar ese hecho. Por ejemplo, puede decir: «No encuentro trabajo porque se trata de una tarea imposible, ya que hoy día sólo te dan trabajo si
tienes enchufe, y yo no lo tengo». En estas circunstancias, probablemente
este individuo se desmotivará, caerá en la indefensión aprendida y en adelante ni siquiera intente buscar trabajo. En cambio, supongamos que
hubiera dicho lo siguiente: «Para encontrar trabajo hoy día es fundamental
tener unas adecuadas relaciones sociales. Yo no lo encuentro porque no
tengo tales relaciones». Esto ya es más positivo, pues mientras encontrar un
buen enchufe es algo casi imposible para muchos, mejorar sus propias relaciones sociales es ya más fácil. No es raro que en este segundo caso, nuestro sujeto, en lugar de caer en la indefensión aprendida, intente mejorar sus