Goldstein: Si mi mujer me engaña, la mato. Es parte de mi propiedad. Ya que pago
sus cuentas, soy su dueño, como soy dueño de mi coche y no lo presto a los
demás.
Reverendo Perry: Pero estás seguro, Al, que sos el editor de SCREW? Quizá
deberías dejar a tu mujer y mantener relaciones con alguna otra de tus
propiedades. Digamos con un sofá.
(No está mal al fin de cuentas este guy, tiene sentido del humor, comentó el Nene.)
E. Kronhausen: No comprendo. Al, cómo podes decir semejantes cosas, y cómo al
mismo tiempo te considerás como uno de los propulsores de la revolución sexual.
Goldstein: Todo tiene su precio. No nos engañemos con que tu mujer no tiene su
precio, lo mismo que una aventura o una orgía. Sólo pretendo que mis esposas
conozcan los términos de la venta antes de firmar un contrato.
El Nene pasó varias páginas.
—Ah, sobre el swinging.
P. Kronhausen: Es divertido, se va a pasar un buen rato. Si pudiera transmitir un
mensaje a los jóvenes, les diría que el sexo debe ser para la recreación, no para la
procreación.
E. Kronhausen: El sexo en grupo puede ser tan divertido como erótico. Nosotros
dos, a menudo, nos hemos muerto de risa. Cuando hay 20 personas en una cama
pueden pasar cosas comiquísimas: un tipo que se cae, una pirámide que se viene
abajo.
P. Kronhausen: Nunca olvidaré la fiesta de esta última primavera. Algunos tipos
andaban con aparatos portátiles de TV, de un cuarto a otro, viendo el partido de
base-ball, mientras los otros seguían dándole. Ebe y yo no lo podíamos creer,
simplemente no lo podíamos creer. Entre el sexo y el base-ball ésos preferían el
base-ball.
PLAYBOY: Cuál es la proporción entre hombres y mujeres?
Profesor Pomeroy: Por lo general, la gente viene en parejas. Pero una reunión ideal
tiene que tener más o menos el doble de hombres, porque las mujeres aguantan
más.
PLAYBOY: Y con respecto a los films?
Profesor Pomeroy: Son frecuentes. Son films adecuados, muy genitales y
detallados, desprovistos de emoción. Ayudan a la gente a desarrollar sus propias
ideas.
E. Kronhausen: Pienso que los films no desempeñaron papel importante más que
en un 10 % de todas las reuniones en que he asistido. Y con frecuencia el efecto ha
sido más depresivo que estimulante. Al final de cuentas, si se tiene toda clase de
posibilidades alrededor, quién necesita ver gente cogiendo en la pantalla?
PLAYBOY: Y el papel de los vibradores?
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