historia más cierta en el mundo.
Decía él, que el Cid Ruy Díaz había sido muy buen caballero; pero que no tenía que
ver con el caballero de la ardiente espada, que de sólo un revés había partido por
medio dos fieros y descomunales gigantes. Mejor estaba con Bernardo del Carpio,
porque en Roncesvalle había muerto a Roldán el encantado, valiéndose de la
industria de Hércules, cuando ahogó a Anteo, el hijo de la Tierra, entre los brazos.
Decía mucho bien del gigante Morgante, porque con ser de aquella generación
gigantesca, que todos son soberbios y descomedidos, él solo era afable y bien
criado; pero sobre todos estaba bien con Reinaldos de Montalbán, y más cuando le
veía salir de su castillo y robar cuantos topaba, y cuando en Allende robó aquel
ídolo de Mahoma, que era todo de oro, según dice su historia. Diera él, por dar una
mano de coces al traidor de Galalón, al ama que tenía y