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DIVINA REVELACION ALFA Y OMEGA LA DOCTRINA DEL CORDERO DE DIOS LA DIVINA CIENCIA CELESTE de Dios, se hereda en sus hijos mayores; es un divino derecho en el reino de los cielos; y todos partiendo desde el principio de microbio, pueden llegar a ser un Hijo Mayor de Dios ó Hijo Primogénito; la primogenitura solar no tiene límites; pues lo de Dios no tiene ni principio ni tiene fin; es así que los Cristos no tienen límites; y los planetas de vidas de prueba, como lo es la Tierra, conocen uno de ellos; tal como la criatura humana, que está constituida por millones y millones de individualidades; asi también lo están las individualidades solares; nadie es único en su propia individualidad; los que en sus respectivos planetas de pruebas, se consideraron únicos, ninguno vuelve a entrar al reino de los cielos; porque con su extraña manera de pensar, cae en egoísmo; cae en un extraño concepto que no corresponde a la realidad; por causa de los que con el correr del tiempo, se proclamarían únicos, en la prueba de la vida, es que fué escrito que Dios es único é infinito; las moléculas en el metal de los platillos voladores, se especializan en todo lo que posee la nave; los instrumentos de navegación, los conocimientos de los ingenieros celestes, el todo sobre el todo de la nave, lo constituye la alianza molecular entre las multitudes de moléculas; así también ocurre en la constitución de los elementos de los planetas; multitudes de moléculas piden ser tal ó cual especialidad, en tal ó cual microscópica galaxia de los universos de elementos; lo de arriba es igual a lo de abajo en las infinitas determinaciones, en lo que se desee llegar a ser; esto es querubín; un querubín quiere llegar a ser algo; posee en sí mismo, un divino mandato que está escrito en el reino de los cielos; lo que cada cual es en el instante que vive, lo vive por divino mandato; esto es para todos los que exsisten en el infinito universo; lo cumple tanto lo microscópico como el que es gigantesco; lo cumple la molécula y la criatura de carne; sea de los planetas polvos ó sea del macrocosmo; la molécula posee una trinidad que no es la misma; porque la Santísima Trinidad, que es el mismo conocimiento mental alcanzado por cada uno, no es igualitario en las jerarquías alcanzadas; esto se debe a que unas moléculas nacieron primero con respecto a otras; y en sus propios avances de perfeccionamiento molecular, unos fueron primeros y otros últimos; y también se debe a que no todas las moléculas piden un mismo libre albedrío, en sus características; y sucede que habiendo partido juntas, multitudes de moléculas, no se volverán a encontrar jamás; y a la vez, se vuelven a encontrar; es decir que infinitas moléculas se volverán a encontrar después de sus reencarnaciones; é infinitas otras, no se encontrarán jamás; esta ley que es producto del libre albedrío y de sus propias determinaciones, también se cumple en toda criatura humana; sólo los bienaventurados encuentran a los que quisieron y conocieron, en sus infinitas reencarnaciones; no exsiste otra oportunidad para lograrlo, en el género humano; porque la humanidad pidió en libre albedrío viviente, tener un divino juicio final, por sobre todas las cosas imaginables; la misma humanidad terrestre, se puso su propio imposible de volver a entrar al reino de los cielos; la humanidad se impuso una extraordinaria rigurosidad, para consigo misma; los divinos juicios se piden a Dios; no se imponen como la mayoría podría suponer; el divino poder de Dios es tan infinito, que él nada impone; sencillamente se le pide; é igualmente se cumple la