El título significa: «en un futuro próximo». Anterior a Eureka, aunque habría de
publicarse después, proporcionará a aquélla el texto satírico de su parte inicial, donde se
comentan las vías tradicionales del conocimiento. Cuento con retrospección imaginaria,
contiene entre muchos párrafos curiosos uno donde se anticipan los rascacielos de Nueva
York, y otro en el que se alude a los turbios procedimientos electorales —anticipo trágico
de lo que habría de ocurrirle en Baltimore en octubre de 1849.
El dominio de Arnheim, o el jardín—paisaje
The Domain of Arnheim.
Columbian Lady’s and Gentleman’s Magazine, marzo de
1847
(62)
Con los tres siguientes, este cuento constituye la mayor aproximación de Poe a la
naturaleza, profundamente modificada por su especial visión y por su idea —que
Baudelaire recogerá— de que la confusión de lo natural debe ser reparada por el artista. Poe
escribió una primera versión, que tituló El jardín paisaje, y la perfeccionó en el presente
texto. Hervey Allen ha señalado la probable influencia del Prince Linnœan Garden, paseo
público de Nueva York, donde existían variedad de especies vegetales, invernáculos con
20.000 plantas en macetas, todo ello en una superficie de 30 acres. Poe y Virginia iban allí
a pasear en 1837. Señala asimismo que Poe atribuía gran importancia a este relato y a su
complemento, El cottage de Landor, por considerar que tenían un sentido espiritual secreto.
El cottage de Landor
Landor’s Cottage
The Flag of Our Union, 9 de junio de 1849.
Título original: Landor’s Cottage. A Pendant to «The Domain of
Arnheim» (67)
El cottage se basa en el de Fordham, donde murió Virginia. «Annie» es Mrs. Annie
Richmond, a quien Poe conoció en ese tiempo.
La isla del hada
The Island of the Fay.
Graham’s Lady’s and Gentleman’s Magazine: junio de
1841
(30)
«Lo que más me asombra en este relato —dice Colling— no es su tono filosófico, la
apelación a la música y a la soledad, y ni siquiera el elemento encantado, sino el aspecto
absolutamente insólito de un paisaje visto acostado, de un paisaje observado por alguien
tendido, que sueña pero no duerme. Hay allí una óptica que recordarán de ahora en adelante
los paisajes de Poe, quien por lo demás ha escrito: “Siempre podemos duplicar la belleza de