facsímiles que aparecen en los diarios, advierto que los grandes hombres de aquellos días
entre los amricanos eran un tal John, herrero, y un tal Zacarías, sastre87.
Adiós, y hasta pronto. Poco me importa que reciba usted o no esta carta, pues la escribo
solamente para divertirme. Pondré de todos modos el manuscrito en una botella y lo
arrojaré al mar. Su amiga invariable,
PUNDITA
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John Smith y Zacarías Taylor. (N. del T.)