semana después, Marie reapareció en el mostrador de la tienda, tan bien como siempre,
aparte de una ligera palidez que no era usual en ella. Monsieur Le Blanc y madame Rogêt
dieron a entender que Marie había pasado la semana en casa de amigos, en el campo, y el
asunto fue rápidamente callado. Presumimos que esta ausencia responde a un capricho de la
misma especie y que, dentro de una semana, o quizá de un mes, volveremos a tener a Marie
entre nosotros» (Evening Paper, domingo 23 de junio)26.
«Un diario de la tarde de ayer se refiere a una misteriosa desaparición anterior de
mademoiselle Rogêt. Es bien sabido que, durante la semana de su ausencia de la parfumerie
de Le Blanc, estuvo acompañada por un joven oficial de marina muy notorio por su
libertinaje. Cabe suponer que una querella providencial la trajo nuevamente a su casa.
Conocemos el nombre del libertino en cuestión, que se halla actualmente destacado en
París, pero no lo hacemos público por razones comprensibles» (Le Mercure, mañana del
martes 24 de junio)27.
«El más repudiable de los atentados ha tenido lugar anteayer en las proximidades de
esta ciudad. Al anochecer, un caballero que paseaba con su esposa y su hija, comprometió
los servicios de seis hombres jóvenes que paseaban en bote cerca de las orillas del Sena, a
fin de que los transportaran al otro lado. Al llegar a destino los pasajeros desembarcaron, y
se alejaban ya hasta perder de vista el bote cuando la hija descubrió que había olvidado su
sombrilla. Al volver en su busca fue asaltada por la pandilla, llevada al centro del río,
amordazada y sometida a un brutal ultraje, tras lo cual los villanos la depositaron en un
punto cercano a aquel donde había embarcado con sus padres. Los miserables se hallan
prófugos, pero la policía les sigue la huella y pronto algunos de ellos serán capturados»
(Morning Paper, 25 de junio)28.
«Hemos recibido una o dos comunicaciones tendentes a echar la culpa del horrible
crimen a Mennais29; pero, como este caballero ha sido plenamente exonerado de toda
sospecha por la indagación legal, y los argumentos de nuestros distintos corresponsales
parecen más entusiastas que profundos, no creemo ́