seguridad el continente americano, donde se comería tranquilamente los dineros del Banco,
después de haber desorientado a la policía. Pero, una vez en los Estados Unidos, ¿qué haría
Fix? ¿Abandonaría a aquel hombre? No, cien veces no. Mientras no hubiese conseguido su
extradición, no lo soltaría. Era su deber, y lo cumpliría hasta el fin. En todo caso, se había
presentado [