se detuvo en uno de los muelles.
A media milla en rada, el "Rangoon" estaba aparejando con su pabellón de marcha izado
sobre el mástil. Daban las once. Mister Fogg llegaba, pues, con una hora de adelanto. Fix lo
vio apearse y entrar en un bote con Aouida y su criado. El agente dio con el pie en el suelo.
-¡Bribón! --exclamó-. ¡Se marcha! ¡Dos mil libras sacrificadas! ¡Pródigo como un ladrón!
¡Ah! ¡Lo seguiré hasta el fin del mundo si es menester; pero al paso que va, todo el dinero
robado se habrá ido!
El inspector de policía tenía sus fundamentos para hacer esta reflexión. En efecto; desde que
se había marchado de Londres, entre gastos de viaje, primas, compras de elefantes, cauciones
y multas, Phileas Fogg había sembrado Ya más de cinco mil libras por el camino, y el tanto
por ciento que se concede a los policías sobre lo recobrado iba siempre bajando.
XVI
El "Rangoon", uno de los buques que la Compañía Peninsular y Oriental emplea par