Caballo de Troya
J. J. Benítez
una de mis intervenciones en la televisión azteca -concretamente en el prestigioso y popular
programa informativo de Jacobo Zabludowsky-, yo había comentado algunos pormenores sobre
las aterradoras torturas a que había sido sometido Jesús de Nazaret. Ante mi sorpresa y la del
equipo de Televisa, esa noche se registró un torrente de llamadas desde los puntos más
dispares de la República e, incluso, desde Miami y California.
Al regresar a mi hotel, la operadora del Presidente Chapultepec me dio paso a una llamada
que no olvidaré jamás.
-¿El señor J. J. Benítez?
-Sí, dígame...
-¿Es usted J. J. Benítez?
-Sí, soy yo... ¿Quién habla?
-Le he visto en el programa del señor Zabludowsky y me sentiría muy honrado si pudiera
conversar con usted.
-Bueno, usted dirá -respondí casi mecánicamente, al tiempo que me dejaba caer sobre