Caballo de Troya
J. J. Benítez
Israel, sería de sumo interés para Pilato que pudiera conocer los graves acontecimientos
señalados en los astros.
José, tal y como yo esperaba, manifestó una aguda curiosidad y prometió concertar la
entrevista para la mañana del día siguiente, miércoles, siempre y cuando él pudiera estar
presente. Accedí encantado.
Hacia las dos de la tarde, Jesús se despidió de José, el de Arimatea, subiendo por las
empedradas calles hacia el muro sur del templo. En el camino advirtió a sus amigos que aquél
iba a ser su últ