menos de 1.372.640 piastras,(2) y las dio con una espontaneidad que revelaba, sin
embar-go, cierto interés del gobierno otomano.
Bélgica se distinguió entre todos los Estados de se-gundo orden con un donativo de
513.000 francos, que vienen a corresponder a doce céntimos por habitante.
Holanda y sus colonias se interesaron en la cuestión por 110.000 florines,(3) pidiendo sólo
una rebaja del 5 por ciento por pagarlos al contado.
Dinamarca, cuyo territorio es muy limitado, dio, sin embargo, 9.000 ducados finos,(4) lo
que prueba la afición de los daneses a las expediciones científicas.
La confederación germánica contribuyó con 34.285 florines.s Pedirle más hubiera sido
gollería, y aunque se to hubieran pedido, ella no to hubiera dado.
Italia, aunque muy endeudada, encontró 200.000 li-ras en los bolsillos de sus hijos, pero
dejándolos limpios como una patena. Si hubiese tenido Venecia hubiera dado más; pero no
la tenía.
1. 937.500 francos.
2. 343.160 francos.
3. 235.400 francos.
4. 117.414 francos.
5. 72.000 francos.
Los Estados de la Iglesia no creyeron prudente en-viar menos de 7.040 escudos romanos,(l)
y Portugal llegó a desprenderse por la ciencia hasta de 30.000 cruzados(2).
En cuanto a México, no pudo dar más que 86.000 pesos fuertes,(3) pues los imperios que se
están fundando andan algo apurados.
1. 38.000 francos.
2. 113.200 francos.
3. 1.727 francos.
Doscientos cincuenta y siete francos fueron el mo-desto tributo de Suiza para la obra
americana... Digamos francamente que Suiza no acertaba a ver el lado práctico de la